El ego es un “algo” difícil de entender desde mi punto de vista. Si buscas “ego” en Google verás que Wikipedia da al menos ocho definiciones de ego, desde puntos de vista diferentes y uno mas enredada que la otra!!No es mi intención dictar una cátedra sobre ego, ni mucho menos. Solo compartir contigo lo que pienso de el.
Hay una correspondencia entre todos los conceptos, nos dicen que en cada circunstancia actuamos desde él, desde el ego. Además las enseñanzas acerca de cómo vivir mejor, interpretando las señales y comunicándonos con el Universo dicen que debemos hacer a un lado a ese personaje interior que nos controla llamado ego y dar paso a nuestro yo conciente, que no está contaminado por las ideas tergiversadas que ha sabido acumular el hombre a través de la Historia y que no le permiten ver la Verdad.
No es que actuar desde el ego sea nocivo todas las veces, ya que oír su voz nos permite discernir si una situación es peligrosa para nuestra vida, si un alimento es sano o si el momento es oportuno para resolver un problema o solicitar un favor. Pero el quid se presenta cuando olvidando que no somos ese “algo” y nos dormimos, dejando que sea siempre él, el ego, el que decida por nosotros llevándonos a una vida en donde siempre respondemos bajo los mismos patrones y por ende obtenemos los mismos resultados, una y otra vez.
¿Y por qué? Porque siempre usa el mismo marco de referencias para sugerirnos las decisiones. Cada vez que algo ocurre, ese hecho será pasado por el tamiz de los recuerdos y conceptos adquiridos durante la vida y la mente es ese caso resuelve un algoritmo, ubica una situación igual o similar y analiza como actuaste en esa oportunidad y se pregunta ¿qué sintió? ¿Placer o dolor? Si sentiste placer entonces tu mente te va a sugerir volver actuar de la misma manera, si sentiste dolor te dirá no!!! Otra vez no!!! Sin darte la oportunidad de hacer cosas diferentes para obtener resultados diferentes, sin excederte en el placer o disminuyendo el dolor, hallando el centro que te permitirá el equilibrio… Es cómodo vivir dormido, no garantiza que seas feliz y que puedas hacer realidad tus deseos.
El mecanismo se explica con pocas palabras pero implica un proceso profundo que se realiza en segundos, siendo casi imperceptible para nosotros si dormimos la vida. Es por eso que si no despertamos, si no vivimos plenamente concientes y nos activamos dentro de nosotros mismos, nunca podremos discernir cuando actuar desde el ego y cuando hacer que nuestros pensamientos, palabras y acciones sean novedosos y congruentes, respondiendo a los requerimientos del Universo, que busca la Felicidad Universal y disfrutando de vivir en la incertidumbre, de ver las cosas siempre como si fuera la primera vez, olvidándonos de las etiquetas. No podremos usar la oportunidad que tenemos cada día de hacer las cosas mejor que antes.
El marco de referencias interior está compuesto además, por las enseñanzas que hemos recibido y aceptado de los diferentes actores que han estado a nuestro alrededor durante lo que llevamos de vida, los toltecas llaman al proceso de enseñanza “amaestrar” y pienso que es así. El niño cuando nace trae consigo su mochila de conocimientos, que son Todo; pero en muchas oportunidades no puede sacar el provecho máximo de esos conocimientos porque cuando lo amaestran (no hagas esto, no existe esto, no te pongas eso, no practique aquello, no creas esto…) le quitan la posibilidad de usar todas sus potencialidades, sin enseñarle en paralelo, que mucho de lo que le enseñan de niño debe ser descartado de adulto, para así poder “nacer de nuevo” y ser una persona “despierta”, todo el tiempo plenamente conciente, que sabe activar su Conocimiento interior para ser dichosa y hacer dichosos a los demás, para dar valor a la semejanza que tenemos con Dios que no es, por cierto, la forma humana, sino el Conocimiento del Poder que nos hace ser Dioses (tal como dijo Jesús a los apóstoles).
susana colucci
