El filósofo danés Soren T. Kierkegaard afirmó una vez que “la vida sólo puede comprenderse mirando hacia el pasado, pero debe vivirse mirando hacia el futuro”.Esa es una afirmación interesante y, sin embargo, cuando reflexionamos en el pasado casi siempre pensamos: “Hombre, si entonces hubiera sabido lo que ahora sé, las cosas serían muy diferentes”.
O, quizás, cuando usted reflexiona en el pasado se lamenta de haber desaprovechado una oportunidad. Si somos honestos con nosotros mismos tendremos que admitir que alguna vez hemos participado en el juego popular de si-tuviera-la-oportunidad-de-vivir-mi-vida-otra-vez. Todos conocemos aquello que dice: “Si tuviera la oportunidad de vivir mi vida otra vez, todo sería diferente”.
Pero el enigma del verdadero vivir reside precisamente en la observación de Kierkegard: la vida sólo puede comprenderse mirando hacia el pasado, pero debe vivirse mirando hacia el futuro. O, para decirlo en otra forma, la vida sigue su curso, mientras que la experiencia proviene del pasado. Cada día surcamos mares inexplorados; tratamos de establecer una posición firme para el mañana desconocido, y se requiere de valor, fe y habilidad para practicas el arte de vivir prevenido.
¿Qué es vivir prevenido y cuál su significado? Puede describirse de esta manera: “La vida está llena de grandes oportunidades, pero también de escollos. El asunto está en evitar los escollos, coger las oportunidades”.
EVITAR LOS ESCOLLOS
Lo primero es aprender a evitar los escollos. Existen dos escollos críticos que deben evitarse, y ambos están relacionados con la tendencia de reflexionar en los errores que cometemos en el pasado y lamentarnos de ellos, o bien en recordar una oportunidad que perdimos o desaprovechamos. Mi filosofía personal está basada en nunca lamentar lo pasado. ¡Lo hecho, hecho está; el pasado es el pasado, y todas las correcciones que hayan que hacerse deben hacerse en el ahora¡.
Un error es reflexionar en el pasado con añoranza, desear vivir de nuevo cierto momento, estar otra vez en determinado lugar, tener de nuevo cierta relación: Pero tratar de vivir de nuevo el ayer es correr el riesgo de perder el ahora.
El corredor aprende desde sus inicios que es un craso error mirar hacia atrás durante una carrera. Cada vez que voltea a mirar hacia atrás durante la competencia, disminuye su propia velocidad y aparta sus ojos de lo más importante: la meta final –lo cual podría costarle la carrera.
NO MIRAR HACIA ATRÁS
EXEPTO PARA COMPRENDER
Solo hay una razón para mirar hacia atrás, y esa razón es alcanzar comprensión. El propósito que tiene la reflexión es adquirir conocimiento de la experiencia vivida. Una vez que la carrera termina, está bien reposar y reflexionar sobre las cosas que hicimos bien, y pensar en aquellas que deberemos corregir la próxima vez. Pero durante la carrera debemos hacer una sola cosa: ¡correr¡
El segundo ingrediente clave es aprender a no dejar pasar las oportunidades. Se ha dicho que “las puertas de la fortuna no se abren hacia dentro, de manera que hay que empujar con fuerza para forzarlas a que se abran”. No sucede lo mismo con las oportunidades. ¡Empujar con fuerza las puertas de las oportunidades podría destruir las puertas¡
Otro paso en el aprendizaje para no dejar pasar las oportunidades es avanzar de prisa hacia la meta, ajenos a los reveses, a las derrotas o a los fracasos.
El último ingrediente clave en el arte de vivir prevenido es aprender a disfrutar la vida en el proceso del vivir. Aprenda a estar contento con la vida que lleva. Cada uno de nosotros se ve impulsado hacia el futuro desde el punto en que se encuentra en el presente, por la energía del pasado. Al hacerlo abrimos nuestro propio y característico sendero a través del tiempo. La meta del vivir prevenido se alcanza permaneciendo firme en el filo de la vida
La vida puede determinar nuestro destino, o nosotros podemos moldearlo y vivir.
Verne W. Jonson
