Un monje que había terminado sus diez años en el monasterio, un día de lluvia, visitó a su maestro, Nan-in.Después de saludar al monje, este le dijo:
"Sin duda, dejaste tus zapatos en el vestíbulo.
¿De qué lado de tu paraguas los dejaste?"
El monje dudó un instante, y a través de la duda se dio cuenta de que no era conciente en todo momento. (relato zen)
Al principio lograr ser conciente de lo que pensamos, decimos o hacemos será una tarea que requerirá toda nuestra atención, pero con la practica se debe volver algo natural.
Las herramientas que ayudan a ser conciente son la meditación, la perseverancia y la intención.
Hazte el firme propósito de sentirte, de escucharte, de saber que haces y por qué. Al principio te va a costar, pero si eres firme en el propósito verás como poco a poco se va prendiendo la luz en tu interior y empiezas a comprender, a saber, a tomar el control.
Cuando logras vivir conciente te despiertas, dejas de hacer las cosas de forma automática desde el ego y entonces puedes poner tu atención en lo que te interesa, cambiar lo que quieras cambiar, podrás dominar tu dialogo interno y hacerlo positivo, imaginarte que tu interlocutor eres tu mismo y tratarlo como te gustaría ser tratado, sabrás atajar las emociones cuando estas empiezan a manifestarse y aprovecharlas a tu favor llevándolas a su justa medida, notarás las coincidencias y su mensaje, transformándote en una persona a la cual le ocurren grandes cosas… y verás como de ahí en adelante serás libre y dichoso.
Serás Amor.
Por eso digo Para ser feliz, se conciente.
susana colucci
