Esta virtud nos muestra que necesitamos ser dócil y obediente a nosotros mismos.
Dócil para continuar en la disciplina hasta lograr nuestras metas, la cual es una docilidad realizada con amor y certeza de aquello que lograremos.
Disciplina y obediencia es la enseñanza que recibimos de nuestra interioridad, que funge de maestro interno, y nos impulsa hacia la maestría en el logro de un objetivo.
Comprende hoy, este don maravilloso para que te inspire y dé fuerzas cuando te veas presionado por el peso de las tareas del camino. Ser disciplinado en el día a día es convertirse en victorioso
Práctica de las 45 virtudes
Ulises Santamaría
Ulises Santamaría
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