Arqueólogos israelíes descubrieron el miércoles una parte de una muralla de la ciudad de Jerusalén que data de más de 2000 años tras haber realizado nuevas excavaciones sobre un lugar descubierto en el siglo XIX.
Los restos de dos fortificaciones, apenas separadas por una decena de metros, fueron descubiertos en perfecto estado. Uno data del periodo llamado del Segundo Templo (-200 años AC al 70 DC) y el segundo es algo más reciente y pertenece al periodo bizantino (del siglo IV al VII).
Los muros, situados al sur de la ciudad antigua, sobre el Monte Sion, demuestran que la ciudad fue más extensa que la actual ciudad antigua encerrada en la muralla del siglo XVI que los turistas pueden admirar actualmente.
Fuente: Agence France Presse
Gracias a Anabella Koesling por hacer posible esta publicación.