La Meditación Raja-Yoga es el método para la comunicación espiritual-energética con el Ser Supremo, para que nuestras almas estén en forma perenne bajo la gratificante influencia de la Paz, el Amor, la Pureza, la Armonía, el Conocimiento, y la Dicha.
El alma física no se puede contactar, bajo parámetros normales, con el Alma Suprema. La comunicación es muy endeble, delgada, cuya energía puede perderse en los espacios dimensionales sin llegar a destino.
¿Cual es la base de la comunicación? La energía mental y espiritual. Con la meditación los pensamientos se concentran y luego entran en armonía con el Universo. Así el alma humana puede recibir las cualidades y energías que emanan constántemente, como fuente inagotable de Dios. La experiencia de la meditación es diferente al rezo, o a la oración. Con la meditación se genera y se activa la energía fabulosa que se encierra en nuestras almas. Con la meditación se logra establecer un emocionante desapego con las cosas mundanas, siendo estas partes pero no imprescindibles necesidades para la vida común.
¿Quién Soy Yo? El Ser, más allá de todo lo que es físico o materia. Soy la energía de la vida? Sí. Soy un inmortal? Sí. Soy un ser de Luz? Sí. Es mi naturaleza sutil y metafísica? Sí. Soy eterno? Sí. Puedo verme a través de la visión Divina? Sí. Cada uno de nuestro cuerpo físico es un vestido para el alma. Y dónde está el alma? Nuestra alma, ese eterno punto de Luz, se encuentra en el centro de la frente. Ese es el Trono. Entre la glándulas pituitaria y el hipotalamo. Al morir esta se desprende y prosigue su viaje evolutivo, con toda la memoria almacenada en ella. El alma dirige el vehículo que es el cuerpo físico. La meditación ayuda a despertar y a tomar conciencia de todas esas maravillas, y en muchas otras de las cuales no tenemos la mínima idea, pero que existen allí desde siempre y esperan por nosotros.
Recibido por Internet sin indicar la fuente
¿Cual es la base de la comunicación? La energía mental y espiritual. Con la meditación los pensamientos se concentran y luego entran en armonía con el Universo. Así el alma humana puede recibir las cualidades y energías que emanan constántemente, como fuente inagotable de Dios. La experiencia de la meditación es diferente al rezo, o a la oración. Con la meditación se genera y se activa la energía fabulosa que se encierra en nuestras almas. Con la meditación se logra establecer un emocionante desapego con las cosas mundanas, siendo estas partes pero no imprescindibles necesidades para la vida común.
¿Quién Soy Yo? El Ser, más allá de todo lo que es físico o materia. Soy la energía de la vida? Sí. Soy un inmortal? Sí. Soy un ser de Luz? Sí. Es mi naturaleza sutil y metafísica? Sí. Soy eterno? Sí. Puedo verme a través de la visión Divina? Sí. Cada uno de nuestro cuerpo físico es un vestido para el alma. Y dónde está el alma? Nuestra alma, ese eterno punto de Luz, se encuentra en el centro de la frente. Ese es el Trono. Entre la glándulas pituitaria y el hipotalamo. Al morir esta se desprende y prosigue su viaje evolutivo, con toda la memoria almacenada en ella. El alma dirige el vehículo que es el cuerpo físico. La meditación ayuda a despertar y a tomar conciencia de todas esas maravillas, y en muchas otras de las cuales no tenemos la mínima idea, pero que existen allí desde siempre y esperan por nosotros.
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