
Para aprovechar oportunidades, para cambiar cuando las cosas que estamos viviendo no nos gustan hay que ser valiente, tener el temple necesario para ver la verdad de nosotros mismos y sin condenarnos, reconocer qué de nosotros ha creado el hecho. Nadie crea situaciones de vida para otros, a menos que lo dejemos, y si lo dejamos ya es nuestra responsabilidad... somos nosotros los que forjamos nuestro propio destino con nuestros pensamientos, palabras y acciones. Las cosas son como las vemos... no temas, trata de entender y actúa. Siempre es mejor saber que se hizo el intento.
Al respecto comparto un texto de G. Kahlil Gibran que me llego por Internet gracias al envío que hizo Zigana al foro Teurgia:
Para vivir es necesario coraje.
Tanto la semilla intacta como la que rompe su cáscara tienen las mismas propiedades, sin embargo, solo la que rompe su cáscara es capaz de lanzarse a la aventura de la vida.
Esta aventura requiere una única osadia: descubrir que no se puede vivir a través de la experiencia de los otros y estar dispuesto a entregarse...
No importa lo que me espera, yo deseo estar con el corazón abierto.
Que no tenga miedo de poner mi brazo en el hombro de alguien. Que yo no tema hacer algo que nadie hizo antes, hasta que me hieran. Dejame ser tonto hoy, porque la tonteria es todo lo que tengo para dar esta mañana. Me pueden reprender por eso, pero no tiene importancia,
mañana, quien sabe, yo seré menos tonto.
Cuando dos personas se encuentran deben ser como dos lirios acúaticos que se abren de lado a lado, cada cual mostrando su corazón dorado, y reflejando el lago, las nubes y los cielos.
No logro entender por qué un encuentro genera lo contrario de esto: corazones cerrados y temor a los sufrimientos
Septiembre 1920 - Kahlil Gibran
Esta aventura requiere una única osadia: descubrir que no se puede vivir a través de la experiencia de los otros y estar dispuesto a entregarse...
No importa lo que me espera, yo deseo estar con el corazón abierto.
Que no tenga miedo de poner mi brazo en el hombro de alguien. Que yo no tema hacer algo que nadie hizo antes, hasta que me hieran. Dejame ser tonto hoy, porque la tonteria es todo lo que tengo para dar esta mañana. Me pueden reprender por eso, pero no tiene importancia,
mañana, quien sabe, yo seré menos tonto.
Cuando dos personas se encuentran deben ser como dos lirios acúaticos que se abren de lado a lado, cada cual mostrando su corazón dorado, y reflejando el lago, las nubes y los cielos.
No logro entender por qué un encuentro genera lo contrario de esto: corazones cerrados y temor a los sufrimientos
Septiembre 1920 - Kahlil Gibran