Comparto contigo hoy este artículo que pienso puede ayudarte a lograr ese objetivo.
Namaste
susana colucci
La montaña Rusa.
Cuando nacemos entramos en la montaña rusa de la vida sin conocerla aun... casi por obligación, porque no es nuestra decisión, nadie nos consultó si queríamos subirnos, y lo más lindo es que no tuvimos que pagar el ingreso.
A medida que crecemos nos vamos aventurando cada vez más, y las subidas y bajadas cada vez son más pronunciadas, cuanto mas crecemos, mas cuestan las subidas y más nos duelen las caidas por las bajadas. Nos preparamos para cada tramo de la montaña llenos de adrenalina e ímpetu al máximo, hasta que estamos en la cima y nuestro corazón quiere salirse del pecho, hasta que gritamos por la caída tan deprisa... gritos casi imperceptibles... o entre dientes por la bronca que nos da "la caída"... o gritos que nos salen desde lo más profundo y nos lastiman la garganta. Como no conocemos el camino, cada subida, cada bajada y hasta el camino llano nos sorprende cada instante.
Nuestros estados de ánimo no son estables por que la misma montaña hace que así sea... la vida sería muy aburrida sin sobresaltos, si no existieran las sorpresas buenas, la alegría de encontrarse con un viejo amigo. Aunque desafortunadamente también existen las sorpresas que no son agradables, pero no debemos tener miedo, porque Dios en su inmensa sabiduría a veces permite que sucedan cosas para que aprendamos otras, experiencias que nos van formando, que nos hacen más fuertes, todas las experiencias suman, las buenas y las malas.
Todos añoramos la felicidad, deseamos ser felices y apostamos al "amor", "al dinero" o "la salud" todo lo que tenemos para poder conseguirla.
... si encontrara al gran amor de mi vida sería tan felíz...
... si tuviera mucho dinero sería tan felíz...
... si tuviera salud sería tan felíz...
... si tuviera... si tuviera... si tuviera....
Y nos PREOCUPAMOS tanto por ese "si tuviera"...
que dejamos de OCUPARNOS en conocer gente para poder encontrar el gran amor de nuestra vida, porque no tenemos tiempo, porque nos PREOCUPAMOS en "si tuviera" y no nos OCUPAMOS en lo que realmente importa, disfrutar de la compañia de un buen amigo, de disfrutar una rica comida, de disfrutar de nuestros momentos en soledad, en lugar de disfrutar nos lamemos las heridas y nos autocompadesemos... de lo pobrecitos que somos porque nadie viene a visitarnos, en lugar de disfrutar de salir a visitar a alguien que no vemos hace tiempo.
Cada cosa tiene su opuesto... felicidad... tristeza...
Si no hubieramos pasado por algun momento de tristeza no sabríamos disfrutar los momentos de felicidad.
En la montaña rusa de la vida tenemos subidas, bajadas y caminos llanos, cada uno de nosotros elige y decide como pasar por cada tramo, si con alegría cuando es un buen tramo... o si decidimos autocompadecernos de lo pobrecitos que somos cuando el tramo está lleno de sobresaltos, lleno de piedras que nos impiden avanzar... en lugar de ponernos de pie y hacerle
frente al momento por el que nos toca atravezar. Cada uno decide si lo complicamos o lo simplificamos.
Tenemos que aprender a ver el lado positivo de las cosas, todo pasa por algo, todo nos enseña, todo marca algo en nuestro corazon, todo lo guardamos en la caja de nuestras experiencias, para que mañana busquemos ahi... y digamos: en esta situación hice tal cosa y no me funcionó asi que voy a intentar hacer esto... Para no cometer nuevamente el mismo error.
Disfruta de cada tramo de la montaña rusa.
Sonreí más seguido... hace la prueba de saludar a tu vecino con una sonrisa y te vas a sorprender del poder que tiene una sonrisa que no cuesta nada.
Llora si tenes tristeza en el corazón, porque la angustia por algún lado tiene que salir, si no sale, si por hacernos los fuertes no lloramos la angustia se instala en nosotros y nos va enfermando... lo que no se manifiesta queda adentro nuestro y nos va dañando, transformandonos en personas amargadas... en el seño fruncido todo el tiempo.
Si se cierra una puerta, no te quedes sentado esperando que alguien pase del otro lado y se decida a abrirla... levantate... ponete en moviento y empeza a buscar otra puerta... un ventanal... un ventiluz... busca otra salida... siempre hay una salida... siempre!
Jorge A. Cazas -
Publicación realizada gracias a que Graciela E. Prepelitchio envió la información al foro otrasinteligencias-social