2001.Explosión de la burbuja Internet.
2005-2007 La Reserva Federal baja el precio del dinero del 6.5 % al 1 %.
Con una tasa de interés para hipotecas tan baja, despega el 'boom inmobiliario'. En 10 años, el precio real de las viviendas se multiplica por dos en Estados Unidos.
Empieza el problema
Lo que para un pequeño inversionista americano es una bendición, es decir el poder comprar una segunda o tercera vivienda a una tasa de interés realmente baja, para un banquero se vuelve un dilema de rentabilidad, pues aunque coloque muchos créditos, sus ingresos promedio por el cobro de intereses bajan.
Ante esta particular paradoja, a más de algún banquero en Estados Unidos se le ocurrió lo siguiente:
A. Dar préstamos más arriesgados (por los que cobrarían más intereses), y
B. Compensar el bajo margen aumentando el número de operaciones ("1000 x poco es más que 100 x poco").
En cuanto a lo primero, es decir dar créditos más arriesgados, decidieron:
1. Ofrecer hipotecas a un nuevo tipo de clientes llamados los 'Ninja' (que en el argot bancario americano significa no income, no job / assets). O sea personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo y sin garantías reales.
2. Cobrarle al ninja más intereses, obvio, había más riesgo.
3. Aprovecharse del boom inmobiliario.
4. Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el Ninja. De acuerdo a las tendencias del mercado, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo. Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.
5. A este tipo de hipotecas, les llamaron 'hipotecas subprime' Nota: Se llaman 'hipotecas prime' las que tienen poco riesgo de impago. Se llaman 'hipotecas subprime' las que tienen más riesgo de impago.
Todo este planteamiento funcionó bien durante algunos años. En todo este tiempo, los Ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y además, como les habían dado más dinero del que valía su nueva propiedad, bien "aprovechados" se habían comprado carro nuevo, habían hecho remodelaciones en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello seguramente pagando a plazos y con el dinero demás que habían recibido del banco.
2005-2007 La Reserva Federal baja el precio del dinero del 6.5 % al 1 %.
Con una tasa de interés para hipotecas tan baja, despega el 'boom inmobiliario'. En 10 años, el precio real de las viviendas se multiplica por dos en Estados Unidos.
Empieza el problema
Lo que para un pequeño inversionista americano es una bendición, es decir el poder comprar una segunda o tercera vivienda a una tasa de interés realmente baja, para un banquero se vuelve un dilema de rentabilidad, pues aunque coloque muchos créditos, sus ingresos promedio por el cobro de intereses bajan.
Ante esta particular paradoja, a más de algún banquero en Estados Unidos se le ocurrió lo siguiente:
A. Dar préstamos más arriesgados (por los que cobrarían más intereses), y
B. Compensar el bajo margen aumentando el número de operaciones ("1000 x poco es más que 100 x poco").
En cuanto a lo primero, es decir dar créditos más arriesgados, decidieron:
1. Ofrecer hipotecas a un nuevo tipo de clientes llamados los 'Ninja' (que en el argot bancario americano significa no income, no job / assets). O sea personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo y sin garantías reales.
2. Cobrarle al ninja más intereses, obvio, había más riesgo.
3. Aprovecharse del boom inmobiliario.
4. Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el Ninja. De acuerdo a las tendencias del mercado, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo. Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.
5. A este tipo de hipotecas, les llamaron 'hipotecas subprime' Nota: Se llaman 'hipotecas prime' las que tienen poco riesgo de impago. Se llaman 'hipotecas subprime' las que tienen más riesgo de impago.
Todo este planteamiento funcionó bien durante algunos años. En todo este tiempo, los Ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y además, como les habían dado más dinero del que valía su nueva propiedad, bien "aprovechados" se habían comprado carro nuevo, habían hecho remodelaciones en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello seguramente pagando a plazos y con el dinero demás que habían recibido del banco.
Artículo de Leopoldo Abadía