"Procura hacer los ejercicios a la misma hora y en el mismo lugar cada día. Es tu cita con tu Luz. Después el resto de la jornada girara en torno a eso momentos, y lo iras comprobando a medida que practiques. Puedes conseguirlo en un segundo o en una vida, pero no tires la toalla porque perderás una oportunidad única."
El día a día nos envuelve. La cotidianidad hace que muchas veces perdamos de vista lo importante para entregarnos a las actividades rutinarias, sin guardar el momento necesario para hacer lo que queremos hacer en el camino de conocernos a nosotros ,o que nos conduce al manejo de las energías a nuestro favor. Pero una vez que decidimos hacerlo, debemos además activar en nosotros la perseverancia, para que podamos mantenernos firmes en el propósito de alcanzar lo que queremos alcanzar.
Comparto contigo hoy el fragmento "Y por último constancia" del escrito de Amelia Lamaignere: El despertar del mago interno
Procura hacer los ejercicios a la misma hora y en el mismo lugar cada día. Es tu cita con tu Luz. Después el resto de la jornada girara en torno a eso momentos, y lo iras comprobando a medida que practiques. Puedes conseguirlo en un segundo o en una vida, pero no tires la toalla porque perderás una oportunidad única.
Busca el silencio y el anonimato. No se lo cuentes a nadie, hasta que lleves mucho tiempo de práctica y veas tus resultados. No despilfarres energía y céntrala toda en tu interior. Tu objetivo es conectar con la Fuente primordial.
Recuerda el alma reside en nuestro cuerpo astral o campo emocional. Vívelo. Reconoce tus emociones y no sientas miedo o vergüenza de ellas. Se honesto contigo mismo y acéptalas como son, agresivas o pacificas, no importa forman parte de ti por alguna razón, y cuando tomes conciencia de ellas se irán disolviendo o transformado poco a poco.
Aprende a sentir la vida, porque el chip anímico es quien nos conecta con la Fuente. Acostúmbrate a observar tu cuerpo y a percibir las sensaciones físicas como calor, frío, presión, hormigueo, felicidad, cuando se establece la conexión. Esa percepción nos enseña a discernir una vibración sutil de un trabajo puramente intelectual que nada tiene que ver con la Luz.
Y sobre todo:
Ámate en el Amor de la Fuente que eres y disfruta del momento que la vida te regala.Estas vivo para ser feliz, no lo olvides..
El día a día nos envuelve. La cotidianidad hace que muchas veces perdamos de vista lo importante para entregarnos a las actividades rutinarias, sin guardar el momento necesario para hacer lo que queremos hacer en el camino de conocernos a nosotros ,o que nos conduce al manejo de las energías a nuestro favor. Pero una vez que decidimos hacerlo, debemos además activar en nosotros la perseverancia, para que podamos mantenernos firmes en el propósito de alcanzar lo que queremos alcanzar.
Comparto contigo hoy el fragmento "Y por último constancia" del escrito de Amelia Lamaignere: El despertar del mago interno
Procura hacer los ejercicios a la misma hora y en el mismo lugar cada día. Es tu cita con tu Luz. Después el resto de la jornada girara en torno a eso momentos, y lo iras comprobando a medida que practiques. Puedes conseguirlo en un segundo o en una vida, pero no tires la toalla porque perderás una oportunidad única.
Busca el silencio y el anonimato. No se lo cuentes a nadie, hasta que lleves mucho tiempo de práctica y veas tus resultados. No despilfarres energía y céntrala toda en tu interior. Tu objetivo es conectar con la Fuente primordial.
Recuerda el alma reside en nuestro cuerpo astral o campo emocional. Vívelo. Reconoce tus emociones y no sientas miedo o vergüenza de ellas. Se honesto contigo mismo y acéptalas como son, agresivas o pacificas, no importa forman parte de ti por alguna razón, y cuando tomes conciencia de ellas se irán disolviendo o transformado poco a poco.
Aprende a sentir la vida, porque el chip anímico es quien nos conecta con la Fuente. Acostúmbrate a observar tu cuerpo y a percibir las sensaciones físicas como calor, frío, presión, hormigueo, felicidad, cuando se establece la conexión. Esa percepción nos enseña a discernir una vibración sutil de un trabajo puramente intelectual que nada tiene que ver con la Luz.
Y sobre todo:
Ámate en el Amor de la Fuente que eres y disfruta del momento que la vida te regala.Estas vivo para ser feliz, no lo olvides..