Aplicando las vocales junto a movimientos de brazos y cuerpo la Euritmia, o medicina antroposófica desbloquea emociones y cura enfermedades.
Los taoístas sanan órganos mediante vocablos. Los lamas budistas, realizan pujas (ofrecimientos rituales) y recitan mantras que purifican el karma y liberan toxinas del cuerpo...
También en estas culturas orientales, cada chacra del cuerpo humano, tiene un símbolo, un color, un sonido, representado por una letra-semilla, que pronunciadas adecuadamente provocan una vibración en el lugar del cuerpo donde se visualiza la silaba semilla.
Así pues, el poder mágico de la palabra es reconocido en todas las tradiciones simbólicamente, como el chip transmisor del mensaje de la Luz interna del individuo, que se manifiesta en la propia creación de vida.
Extraído de: El Despertar del Mago Interno. La palabra es sagrada de Amelia Lamaignere
Gracias a Mirta Cristina Rodríguez