Practicante budista describiendo su propio proceso de comprensión dijo:
"En muchos sentidos la transformación espiritual de estas últimas décadas es diferente de lo que yo había imaginado. Sigo siendo la misma persona esquiva, en gran parte con el mismo estilo y manera de ser. De modo que por afuera no soy esa persona asombrosamente transformada, iluminada, que esperaba volverme. Pero hay una gran transformación por dentro.
Años de trabajar con mis sentimientos, mis patrones familiares y mi temperamento suavizaron la manera en que los contengo a todos. En la lucha por conocer y aceptar en profundidad mi vida, ésta se transformó, y mi amor creció. Si mi vida era como un garaje lleno donde no dejaba de chocarme contra los muebles y de criticarme, ahora es como si me hubiera mudado a un hangar y hubiera dejado las puertas abiertas. Tengo los viejos muebles, pero no me limitan como antes.
Yo soy el mismo, sin embargo, ahora estoy libre para moverme, incluso para volar"'