O en otras palabras, el equilibrio entre el mundo interior y el mundo exterior.
Sólo cuando hablamos lo que pensamos y hacemos lo que decimos, puede empezar a crecer en nosotros el autorespeto y la autoconfianza.
Cuando mi entendimiento, mis experiencias y mis acciones son uno, entonces puede haber armonía y estabilidad interior.
Y sólo cuando estamos estables, los demás pueden confiar en nosotros. Ni los demás pueden confiar en mí, ni yo puedo tener fe en mí mismo, si un día estoy en paz y coopero y al siguiente estoy enfadado y de mal humor.
Probablemente fe en nosotros mismos, es la fe más difícil de tener.
Es fácil tener fe en Dios, por lo menos cuando tenemos problemas o tenemos necesidad.
Es fácil también tener fe en los demás, si nos ayudan.
Pero para desarrollar fe en nosotros mismos, necesitamos poner atención a no repetir el mismo error por segunda vez.
La hipocresía, es decir, hablar una cosa y hacer otra, es lo que destruye la fe y la confianza en mí mismo y la fe de los demás en mí.
La honestidad conmigo mismo es muy importante, para ser capaz de crear equilibrio interior entre pensamientos, palabras y acciones.
La honestidad hace que haya claridad y sencillez en todo; no hay complicaciones ni confusiones.
El equilibrio es una función especial del intelecto, ya que es sólo mediante el entendimiento de lo que se necesita, cuándo se necesita y hasta qué punto, que nuestra vida podrá ser positiva y con contentamiento."
Anthony Strano.