El presidente francés, Nicolas Sarkozy, desafió a China el sábado al reunirse con el Dalai Lama y dijo que Europa compartía las preocupaciones del exiliado líder espiritual tibetano respecto a la situación en su tierra natal.Pekín calificó al encuentro como un "oportunista, precipitado e imprudente enfoque al manejo del problema del Tíbet", pese a que Sarkozy dijo que consideraba a la región como parte de China y que no había necesidad de "dramatizar" su encuentro.
"La reunión se desarrolló muy bien (...)
Las autoridades chinas sabían perfectamente bien que esta reunión se llevaría a cabo antes de que el año terminara", dijo Sarkozy a periodistas tras sus conversaciones, que duraron alrededor de 30 minutos.China suspendió una cumbre con la Unión Europea el lunes pasado en protesta al plan de Sarkozy de reunirse con el Dalai Lama, catalogado por Pekín como un "separatista" por pedir autodeterminación para su tierra natal.El sábado, China condenó la reunión. "Este desarrollo es sin duda una acción imprudente que no sólo hiere los sentimientos del pueblo chino, sino que también socava los lazos sino-franceses", dijo la agencia de noticias oficial Xinhua."
El lado francés (...) tomó un enfoque oportunista, precipitado e imprudente al manejo del problema del Tíbet", agregó.Sarkozy dijo que el Dalai Lama, quien le dio la bienvenida colocando una 'kata' o pañuelo blanco tradicional tibetano en su hombro, había dicho en la reunión que no busca la independencia para el Tíbet."Le dije cuánta importancia le otorgo a la búsqueda del diálogo entre el Dalai Lama y las autoridades chinas", señaló.
Consultado respecto a la situación el Tíbet, Sarkozy dijo: "El Dalai Lama compartió conmigo sus preocupaciones, preocupaciones que son compartidas en Europa. Hemos tenido una amplia discusión sobre esta pregunta".El Dalai Lama y otros partidarios del autogobierno tibetano dicen que China está sofocando las tradiciones culturales y religiosas de la región, y sometiendo a los tibetanos mediante la inmigración e inversión de chinos, acusaciones que Pekín rechaza.