Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.
Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?"
El maestro respondió:
"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma
precauciones.
Es posible que ya haya publicado este cuento alguna otra vez, pero es que cada vez que lo leo me provoca publicarlo. Ya ayer estamos tratando el punto de la felicidad como resultado de nuestra actitud ante la vida, este es otro ejemplo que explica una forma de hacerlo.
Aunque alguien puso la coletilla No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño, solo toma precauciones y yo la respeté, no estoy de acuerdo con ella. cambio es todo... tomar precauciones es cambiar... lo que hay que saber es cuan profundo debe ser el cambio... si solo una afinación (tomar precauciones) o un cambio radical (dejar de hacer lo que estábamos haciendo). Vaya dilema!!!
Namaste
susana colucci