En la Biblia está escrito que el hombre fue creado a imagen y semejanza del Creador. Esta es una lección poderosa que desafortunadamente esmalinterpretada por muchos, y por lo tanto muchas de sus ramificaciones y enseñanzas también se pierden.
Si verdaderamente entendemos, interiorizamos y vivimos el significado de este verso, nuestras vidas se transformarán por completo. En este verso el Creador nos está enseñando uno de los discernimientos espirituales más fundamentales: tenemos infundidos en nuestro ser todos los poderes y habilidades del Creador.
Expresado simplemente, poseemos el potencial para hacer cualquier cosa que el Creador puede hacer. Esto quiere decir que dentro de nosotros tenemos la capacidad de sanar, bendecir y asistir a otros de la forma más profunda… y mucho más. Deberíamos tomarnos el tiempo para asimilar esta lección con mayor detenimiento. No tenemos siquiera la sensibilidad de comprender los maravillosos poderes que podemos y debemos tener.
Una vez que comprendamos los poderes que debemos revelar, podremos empezar a desarrollarnos para activar este potencial. Este es el proceso de nuestra evolución espiritual en general, pero necesitamos recordar específicamente que el mejor camino para activar nuestro increíble potencial del Creador, es eliminando nuestro ego y lo que los Kabbalistas llaman el deseo de recibir sólo para uno mismo. No hay barrera más grande para revelar nuestro
potencial del Creador que el ego, y no hay forma más poderosa para revelarlo que disminuir proactivamente el ego.
Es importante que también recordemos que esto no es simplemente un concepto o una lección espiritual bonita; más bien es, exactamente, la finalidad que tenemos en este mundo. Nuestro propósito en este mundo es revelar nuestro maravilloso potencial del Creador y con él ayudar a otros y a nosotros mismos. Este es también el único camino para obtener satisfacción verdadera
y duradera.
Imaginemos que en lugar de desarrollar sus habilidades médicas y llevar a cabo sus investigaciones, Jonas Stalk hubiera decidido pasar el tiempo haciendo algo distinto, como viajar por el mundo, relajarse un poco más, coleccionar timbres postales, cualquier otra cosa… Mucha gente moriría y sufriría porque él eligió no desarrollar sus capacidades innatas.
¡Todos estamos en esa misma posición!
Esto debería ser una llamada de atención para todos nosotros. Poseemos un potencial increíble dentro que no debemos permitir que permanezca dormido. No sólo por el bien de todos aquellos a quienes debemos ayudar, sino también porque es la única forma en la que podemos obtener la satisfacción duradera.
Co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro. Es el editor de la primera traducción contemporánea al inglés de los 23 volúmenes del Zóhar
