Meditar es un ejercicio que nos permite estar con nosotros mismos, darnos cuenta que somos el observador y el observado y, además, nos ayuda a escuchar nuestros pensamientos, a hacernos concientes de ellos y por ende controlarlos.
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Otra ventaja de aprender a meditar es que, en circunstancias desfavorables, podemos mejorar los anuncios del horóscopo que nos corresponde, visualizando que pasamos nuestros cumpleaños o "cumplemes" en un sitio propicio.
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La práctica budista de meditación zazen ayuda a avanzar en el camino, por eso la comparto contigo hoy. Zazen es un vocablo japonés que quiere decir "meditar sentado".
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Namaste
susana colucci
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Instrucciones básicas para la práctica de zazen de Ignacio Secco Catalá
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El lugar: Para iniciarse en la práctica del zazen, se recomienda la utilización de una habitación vacía. Es importante que el lapso de la sesión transcurra sin interrupciones. Apagar celulares, desconectar el teléfono, etc. Se debe reducir el estímulo sonoro al mínimo. La iluminación ha de ser media. Colocar el zafu (almohadón de meditación) a un metro de la pared. En la tradición Soto Zen, se estila meditar enfrentando el muro. Este proceder encierra el simbolismo de la renuncia, de la confrontación total del practicante con su mente-espíritu.
La postura: Los instructores de zazen han puesto especial énfasis en la práctica de la postura a lo largo del tiempo. En la tradición Zen, se acostumbra meditar con las piernas cruzadas en loto o medio loto. Este contemplativo, sin embargo, ha encontrado que la postura de las piernas no es un factor determinante a la hora de desarrollar la concentración. Lo esencial es sentarse en una posición estable con la espalda relativamente recta. Si no es posible sentarse en el zafu, se puede utilizar una silla. Empujar el piso con las rodillas, el cielo con la cabeza, recoger el mentón, soltar los hombros y colocar las manos en el mudra cósmico (las palmas de las manos vueltas hacia arriba, la izquierda sobre la derecha y los pulgares en contacto) a la altura del bajo vientre. Entornar los parpados con la mirada baja, o si se lo prefiere, cerrar los ojos.
Concentración: Durante el zaZen, concentrarse en la respiración. Para esto se aconseja tomar el vientre como punto de referencia. Observar la sensación en el vientre mientras se inhala y mientras se exhala. Es importante reconocer el apnea (pequeña pausa entre la inhalación y la exhalación y viceversa) y prestarle especial atención. Es necesario mantenerse atento. En zazen, no tardarán en surgir distracciones. Cuando se cae en la cuenta que se ha perdido la atención a la respiración, moviéndose hacia otro objeto o pensamiento, simplemente vuelva a prestar atención a la respiración. Es importante dejar ir estas distracciones, aunque esto es difícil. Si hay un tema o pensamiento recurrente que impide la contemplación del objeto meditativo, lo mejor es permitir su permanencia en la mente, poniéndolo en un "segundo plano", mientras se continúa el ejercicio de la concentración.
Cuánto se debe meditar: Depende del temperamento del practicante. Algunas personas encuentran beneficiosa la pauta de un tiempo determinado para la meditación. El que les escribe se inicio en la práctica meditando esporádicamente y sin determinar la duración de cada sesión. Posiblemente en el comienzo, lo mejor sea abocarse a cada sesión con intensidad, pero sin programar su extensión.
La postura: Los instructores de zazen han puesto especial énfasis en la práctica de la postura a lo largo del tiempo. En la tradición Zen, se acostumbra meditar con las piernas cruzadas en loto o medio loto. Este contemplativo, sin embargo, ha encontrado que la postura de las piernas no es un factor determinante a la hora de desarrollar la concentración. Lo esencial es sentarse en una posición estable con la espalda relativamente recta. Si no es posible sentarse en el zafu, se puede utilizar una silla. Empujar el piso con las rodillas, el cielo con la cabeza, recoger el mentón, soltar los hombros y colocar las manos en el mudra cósmico (las palmas de las manos vueltas hacia arriba, la izquierda sobre la derecha y los pulgares en contacto) a la altura del bajo vientre. Entornar los parpados con la mirada baja, o si se lo prefiere, cerrar los ojos.
Concentración: Durante el zaZen, concentrarse en la respiración. Para esto se aconseja tomar el vientre como punto de referencia. Observar la sensación en el vientre mientras se inhala y mientras se exhala. Es importante reconocer el apnea (pequeña pausa entre la inhalación y la exhalación y viceversa) y prestarle especial atención. Es necesario mantenerse atento. En zazen, no tardarán en surgir distracciones. Cuando se cae en la cuenta que se ha perdido la atención a la respiración, moviéndose hacia otro objeto o pensamiento, simplemente vuelva a prestar atención a la respiración. Es importante dejar ir estas distracciones, aunque esto es difícil. Si hay un tema o pensamiento recurrente que impide la contemplación del objeto meditativo, lo mejor es permitir su permanencia en la mente, poniéndolo en un "segundo plano", mientras se continúa el ejercicio de la concentración.
Cuánto se debe meditar: Depende del temperamento del practicante. Algunas personas encuentran beneficiosa la pauta de un tiempo determinado para la meditación. El que les escribe se inicio en la práctica meditando esporádicamente y sin determinar la duración de cada sesión. Posiblemente en el comienzo, lo mejor sea abocarse a cada sesión con intensidad, pero sin programar su extensión.