Cuantas veces respiramos al día? Muchas, verdad? Miles de veces. Sin ser concientes respiramos solo por respirar. Ahora, imagina que cada respiración representa a un pensamiento que emites, también sin darte cuenta.
Todo el día estamos respirando y pensando sin ser concientes de lo que hacemos, de los pensamientos y la energía que entra y sale de nuestro cuerpo a lo largo del día.
Cada pensamiento, cada respiro, es una creación, una forma de energía, un momento que experimentaremos en nuestra realidad en el futuro. Y es por eso que es fundamental ser concientes de la forma en que permitimos que estas energías entren y salgan de nuestro cuerpo. Si mantenemos una respiración forzada, rápida, inarmoniosa, eso se reflejara en nuestro ser, en nuestra mente y cuerpo, pues la respiración es la reguladora de los pensamientos, es la que mantiene la mente en armonía, en paz.
Esa es la razón por la cual todos aquellos practicantes y maestros de meditación recomiendan como primer paso, controlar la respiración, para así poder lograr un estado de calma mental y entonces, poder entrar de lleno a los estados de conciencia propios de la meditación. Mientras nuestra respiración no este en calma y fluyendo a un ritmo armónico, nuestros pensamientos tampoco lo estarán, se mantendrán apareciendo uno tras otro sin orden, sin sentido, arrollando la paz como si fueran un auto sin frenos, incapaces de detenerse.
Cada respiro es una nueva oportunidad de transformar nuestra mente.
Cada respiro es un nuevo pensamiento y una nueva posibilidad de trasformarnos a nosotros mismos y nuestra realidad. La energía que se mueve a través del universo es flexible, cambiante y así también lo es nuestra mente y nuestra realidad, podemos moldearla, modificarla a cada instante, nada es estático en el universo y tampoco lo es nuestra mente, nuestra conciencia.
De esa forma podemos transformarnos a cada instante si así lo deseamos, podemos transformar nuestra realidad y nuestras creencias al equilibrar nuestros pensamientos con nuestra respiración.
La respiración tiene un ritmo y un flujo similar al del Universo, la energía se mueve a través de El de la misma forma en que se mueve a través de nosotros: en una constante inhalación y exhalación de energía, de vida. Por supuesto que en el Universo esto se manifiesta de una forma infinita, magnificente; con cada exhalación surgen nuevas galaxias, nueva vida a través de todo el Universo. Sin embargo, como es arriba es abajo, somos un microcosmos y funcionamos de la misma forma que el universo, creamos vida, realidades, con cada respiro que damos!
De esa forma es necesario equilibrar nuestros pensamientos y alinearnos a la inteligencia divina universal mediante la regulación de nuestra respiración, siendo concientes de la energía que se mueve a través de nosotros, siendo concientes de que, a cada instante podemos transformar y renovar nuestra mente y los pensamientos que surgen de ella. Somos Dios y podemos elegir la forma en que fluirán y se manifestaran las energías en nosotros y la forma que le daremos a nuestra realidad, pero, para eso es necesario el equilibrio mental y mantener un fluir armonioso en nuestros pensamientos.
Vamos a trabajar con una sencilla meditación – visualización, para alinearnos a la inteligencia divina universal y transformar el oxigeno que entra en nuestro cuerpo en energía.
Visualiza que estas frente al Sol y enfoca tu atención en tu respiración.
Toma una respiración profunda y permite que el aire llene tus pulmones, exhala lentamente mientras comienzas a sentir la energía fluyendo a través de tu cuerpo mediante el ritmo de tu respiración, cada inhalación que haces conduce mas y mas energía en forma de oxigeno a través de tu cuerpo.
Ahora, dirige tu atención hacia el Sol.
El sol representa la energía sagrada masculina proveniente de Dios, la inteligencia divina universal y al conectarnos con esta energía lograremos equilibrar nuestros pensamientos para que sean armónicos, entonados al flujo infinito de inteligencia y sabiduría que fluye a través del universo mediante rayos cósmicos de luz.
La Luz es información, es inteligencia equilibrada y perfecta.
Estamos respirando rítmicamente, enfocando nuestra atención en el flujo de oxigeno y comenzamos a dirigir nuestra atención hacia el sol. Ahora con intención pura convertimos el oxigeno que inhalamos en luz radiante dorada, permitimos que esta luz nos conecte con la inteligencia divina universal representada por el Sol, permitimos que esa energía fluya a través de nuestro cuerpo, llenando nuestras células, transformando nuestros pensamientos, equilibrándolos. Poco a poco nuestra mente comienza a liberarse del tren de pensamientos sin sentido y comienza a enfocarse únicamente en el fluir armonioso proveniente del Sol, del Universo mismo.
Podemos permanecer así todo el tiempo que deseemos, intensificando la luz a medida que respiramos y nos reconectamos a la inteligencia divina universal. Aquella inteligencia equilibrada que nos ha pertenecido siempre y que solo olvidamos por momentos. Aquella inteligencia que nos permite discernir las energías que fluyen a través de nosotros y que nos permite elegir como las experimentaremos y como crearemos nuestra realidad.
Siempre que sientas que tus pensamientos están corriendo sin control realiza este sencillo ejercicio y de esa forma, podrás mantener siempre un flujo armonioso en Tus pensamientos y conectarte rápidamente a la Inteligencia Divina Universal, al fin y al cabo, solo basta expresar nuestra intención para que el Universo nos responda de Inmediato!
Somos bendecidos en Luz y Alegría!
Todo el día estamos respirando y pensando sin ser concientes de lo que hacemos, de los pensamientos y la energía que entra y sale de nuestro cuerpo a lo largo del día.
Cada pensamiento, cada respiro, es una creación, una forma de energía, un momento que experimentaremos en nuestra realidad en el futuro. Y es por eso que es fundamental ser concientes de la forma en que permitimos que estas energías entren y salgan de nuestro cuerpo. Si mantenemos una respiración forzada, rápida, inarmoniosa, eso se reflejara en nuestro ser, en nuestra mente y cuerpo, pues la respiración es la reguladora de los pensamientos, es la que mantiene la mente en armonía, en paz.
Esa es la razón por la cual todos aquellos practicantes y maestros de meditación recomiendan como primer paso, controlar la respiración, para así poder lograr un estado de calma mental y entonces, poder entrar de lleno a los estados de conciencia propios de la meditación. Mientras nuestra respiración no este en calma y fluyendo a un ritmo armónico, nuestros pensamientos tampoco lo estarán, se mantendrán apareciendo uno tras otro sin orden, sin sentido, arrollando la paz como si fueran un auto sin frenos, incapaces de detenerse.
Cada respiro es una nueva oportunidad de transformar nuestra mente.
Cada respiro es un nuevo pensamiento y una nueva posibilidad de trasformarnos a nosotros mismos y nuestra realidad. La energía que se mueve a través del universo es flexible, cambiante y así también lo es nuestra mente y nuestra realidad, podemos moldearla, modificarla a cada instante, nada es estático en el universo y tampoco lo es nuestra mente, nuestra conciencia.
De esa forma podemos transformarnos a cada instante si así lo deseamos, podemos transformar nuestra realidad y nuestras creencias al equilibrar nuestros pensamientos con nuestra respiración.
La respiración tiene un ritmo y un flujo similar al del Universo, la energía se mueve a través de El de la misma forma en que se mueve a través de nosotros: en una constante inhalación y exhalación de energía, de vida. Por supuesto que en el Universo esto se manifiesta de una forma infinita, magnificente; con cada exhalación surgen nuevas galaxias, nueva vida a través de todo el Universo. Sin embargo, como es arriba es abajo, somos un microcosmos y funcionamos de la misma forma que el universo, creamos vida, realidades, con cada respiro que damos!
De esa forma es necesario equilibrar nuestros pensamientos y alinearnos a la inteligencia divina universal mediante la regulación de nuestra respiración, siendo concientes de la energía que se mueve a través de nosotros, siendo concientes de que, a cada instante podemos transformar y renovar nuestra mente y los pensamientos que surgen de ella. Somos Dios y podemos elegir la forma en que fluirán y se manifestaran las energías en nosotros y la forma que le daremos a nuestra realidad, pero, para eso es necesario el equilibrio mental y mantener un fluir armonioso en nuestros pensamientos.
Vamos a trabajar con una sencilla meditación – visualización, para alinearnos a la inteligencia divina universal y transformar el oxigeno que entra en nuestro cuerpo en energía.
Visualiza que estas frente al Sol y enfoca tu atención en tu respiración.
Toma una respiración profunda y permite que el aire llene tus pulmones, exhala lentamente mientras comienzas a sentir la energía fluyendo a través de tu cuerpo mediante el ritmo de tu respiración, cada inhalación que haces conduce mas y mas energía en forma de oxigeno a través de tu cuerpo.
Ahora, dirige tu atención hacia el Sol.
El sol representa la energía sagrada masculina proveniente de Dios, la inteligencia divina universal y al conectarnos con esta energía lograremos equilibrar nuestros pensamientos para que sean armónicos, entonados al flujo infinito de inteligencia y sabiduría que fluye a través del universo mediante rayos cósmicos de luz.
La Luz es información, es inteligencia equilibrada y perfecta.
Estamos respirando rítmicamente, enfocando nuestra atención en el flujo de oxigeno y comenzamos a dirigir nuestra atención hacia el sol. Ahora con intención pura convertimos el oxigeno que inhalamos en luz radiante dorada, permitimos que esta luz nos conecte con la inteligencia divina universal representada por el Sol, permitimos que esa energía fluya a través de nuestro cuerpo, llenando nuestras células, transformando nuestros pensamientos, equilibrándolos. Poco a poco nuestra mente comienza a liberarse del tren de pensamientos sin sentido y comienza a enfocarse únicamente en el fluir armonioso proveniente del Sol, del Universo mismo.
Podemos permanecer así todo el tiempo que deseemos, intensificando la luz a medida que respiramos y nos reconectamos a la inteligencia divina universal. Aquella inteligencia equilibrada que nos ha pertenecido siempre y que solo olvidamos por momentos. Aquella inteligencia que nos permite discernir las energías que fluyen a través de nosotros y que nos permite elegir como las experimentaremos y como crearemos nuestra realidad.
Siempre que sientas que tus pensamientos están corriendo sin control realiza este sencillo ejercicio y de esa forma, podrás mantener siempre un flujo armonioso en Tus pensamientos y conectarte rápidamente a la Inteligencia Divina Universal, al fin y al cabo, solo basta expresar nuestra intención para que el Universo nos responda de Inmediato!
Somos bendecidos en Luz y Alegría!