
Es once veces más grande que la Tierra. De hecho es el planeta de mayores dimensiones de los ocho que giran alrededor del Sol. Es Júpiter que estará este viernes 14 relativamente muy cerca del hogar de la raza humana.
La órbita del colosal cuerpo celeste, compuesto esencialmente de gases, hará que transite tan próximo a nuestro planeta que podrá ser apreciado a simple vista durante la noche, como la estrella más brillante. De acuerdo con el Centro de Investigaciones de Astronomía "Francisco J. Duarte" (CIDA) el viernes será el momento ideal para captar visualmente a Júpiter y, con telescopios de cierta potencia, también será posible observar a Io, Europa, Ganymedes y Callisto, satélites galileanos del gigante del Sistema Solar.
Lejos de lo que cualquier profeta del desastre pudiera atreverse a vaticinar, muy típico durante el preámbulo de fenómenos astronómicos, la cercanía entre Júpiter y la Tierra no reviste peligro de colisión ni de alteración de la rotación de ninguno de los dos cuerpos, ni mucho menos tendrá capacidad alguna de generar desequilibrios físicos ni mentales en ningún ser vivo. De hecho no es la primera vez que Júpiter hace oposición (así también se le llama al fenómeno de la cercanía) a la Tierra; el más reciente fue a principios de julio de 2008.
Vista privilegiada De acuerdo con los cálculos astronómicos realizados para la fecha, a Júpiter se le podrá ver en el ocaso del viernes, hacia el este justo cuando el sol se esté ocultando. A medida que el cielo se ponga más oscuro, y mientras más despejado esté, el enorme planeta aparecerá como la estrella más brillante de la noche.
Pese a que el astro estará al alcance de la vista simple, quien cuente con un telescopio, por pequeño que sea, tendrá la oportunidad de ser testigo de mejores detalles del colosal planeta. Aparte de las cuatro lunas galileanas del planeta, ojos especializados y con conocimientos básicos de astronomía podrán distinguir detalles de su atmósfera.
Golpeado Por sus enorme tamaño, Júpiter suele ser blanco fácil de asteroides. A finales de julio un astrónomo aficionado con un telescopio especializado detectó al polo sur del cuerpo celeste una enorme mancha.
Los científicos aún discuten cuál es la verdadera causa de este fenómeno.
Fuente: www.eluniversal.com
Colaboradora: Elizabeth Genesca