Partiendo de la base de asignar a cada color una determinada propiedad, se establece esta terapia cromática. Los colores tendrían, en la cromoterapia, la capacidad de originar distintas reacciones; estimulando el cuerpo e incidiendo así, en el estado anímico de las personas.
El cerebro recibe los colores como si se tratara de una vibración electromagnética, respondiendo con unos efectos concretos tanto del cuerpo como de la mente. Unas reacciones que varían según el tono empleado.
Las cabinas de baño que aplican cromoterapia lo hacen mediante los colores primarios. Aunque, también existen algunos sistemas de luces que permiten realizar diferentes combinaciones, produciendo así efectos y ambientes distintos.
Cada color, una propiedad
Los colores primarios tienen distintas propiedades, produciendo, por tanto, efectos muy diferentes:
El rojo es un color creativo, e indicado en personas propensas al decaimiento. Sin embargo, no es un color adecuado en el caso de las personas hipertensas o que sufren alguna inflamación, ya que estimula el corazón y aumenta la circulación sanguínea; por este motivo, en estos casos se desaconseja su uso.
El verde destaca por ser un tono tranquilo, calmante y refrescante. Aconsejable en terapias contra el dolor, ya que produce sensación de alegría y esperanza.
El color azul es frío pero, al mismo tiempo, transmite serenidad, por lo que es adecuado para relajar y despejar, y es el color usado cuando se trata de combatir el estrés, el insomnio y la excitación. Por otro lado, no será eficaz en personas con fatiga y tendencias depresivas.
Un color cálido y acogedor como el amarillo, es capaz de producir un ambiente idóneo para luchar contra los estados de decaimiento. Además, a este color se le atribuyen efectos sobre el hígado, la bilis y el páncreas.
Cromoterapia en el baño
Gracias a los avances tecnológicos, la cromoterapia llega al baño de diversas formas. Aunque, por el momento, la más sencilla es la propuesta de las cabinas de ducha, que ahora también incluyen esta posibilidad.
No es necesario adquirir directamente la cabina con esta función; para aquellos que ya dispongan de una, existen soluciones intermedias que les permiten adaptarlas y contar así con este añadido.
Por ejemplo, una opción es la instalación de un plafón específico de cromoterapia en una ducha ya construida. Éstos incluyen un mando a distancia, con el que programar la luz y el color, y un visor digital en el frontal con la información necesaria. Es conveniente conocer, antes de adquirirlos, cuál será el consumo eléctrico de los focos que incluyen y el caudal de agua que necesita cada sistema.
Otra posibilidad es la instalación de lámparas LED de cromoterapia. Estos focos incorporan carcasas de diferentes colores que se pueden colocar en luces ya instaladas o sobre unas nuevas.
Sauna y color
La sauna finlandesa se considera un ambiente ideal para aplicar la cromoterapia. Las altas temperaturas y los bajos niveles de humedad intensifican los efectos beneficiosos de la terapia cromática. De esta manera, los colores también actúan a través de los poros de la piel, abiertos a causa del calor.
Fuente: 20minutos.es
Colaboradora Elizabeth Genesca