Los aficionados a las estrellas y a la astronomía están de enhorabuena. Esta pasada noche el cielo se empezó a iluminar un poco más, gracias al paso de centenares de estrellas fugaces. Se trata de las leónidas, fragmentos de roca y polvo dejados por el paso del cometa Temple-Tuttle bajo el impulso del planeta Jupiter que pasa cerca del Sol cada 33 años. El fenómeno se produce cada año entre el 15 y el 21 de noviembre, alcanzando un máximo de intensidad el 18 de noviembre, ya que el polvo del cometa no está distribuido homogéneamente así que estamos a tiempo de trasnochar un poco y disfrutar del espectáculo.
Las lluvias de estrellas son bastante frecuentes. En esta ocasión, los expertos señalan que para su observación Europa no es una buena localización geográfica y en España pasará un poco desapercibido. No obstante, si se quiere intentar, la Organización Internacional de Meteoros recomienda hacerlo en un lugar con cielo despejado, preferiblemente lejano a las luces de las ciudades, una superficie en la que recostarse, abrigo y alimentación para la madrugada. Es recomendable ir a un lugar con una altitud considerable.
Cada año en estos días de noviembre, la Tierra cruza el camino dejado por este cometa y cientos de fragmentos del tamaño de un grano de arroz caen en nuestra atmósfera y son quemados por la fricción. Es este brillo al incendiarse el meteoro es lo que denominamos estrella fugaz.
En algunos casos el fragmento llega a tener el tamaño de una naranja y emite un mayor brillo, y se le llama entonces bólido. A veces estos meteoros grandes se rompen en la atmósfera provocado una estrella fugaz extremadamente brillante dejando una estela de humo que puede apreciarse por algunos segundos.
El nombre de una lluvia de estrellas, excepto por las Cuadrántidas, esta asociado al punto de donde parecen surgir. A este punto se le llama la radiante y en el caso de esta lluvia de estrellas la radiante es la constelación de Leo y de ahí viene el nombre de Leónidas.
Pero esta lluvia meteórica noche no es la única. El fenómeno de las Perséidas es otra lluvia de meteoritos que podemos ver cada agosto, llamada así porque la cola de casi todos los meteoritos apuntan a la constelación de Perseo. También suele denominarse Lágrimas de San Lorenzo porque se celebra la festividad de San Lorenzo el 10 de agosto, fecha en que se suele visualizar el fenómeno.
