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¿Por qué si pienso en positivo las cosas me salen mal?

N
Comparto contigo hoy un escrito que me gustó sobre el porqué a algunas personas "no les funciona" la Ley de la Atracción.

Roberto X. Fernandez lo explica de una forma que me pareció agradable y clara. Gracias amigo.

Namaste
susana colucci

Iniciando el Cambo

Muchas personas me han dicho: "Yo no creo en la Ley de Atracción porque siempre estoy pensando de manera positiva y sigo estando mal, sigo sin tener dinero suficiente, sigo con mis deudas que cada día son más y más, sigo sin tener un empleo que me satisfaga, sigo sin tener una pareja que me ame, sigo... sigo... y sigo..." y sigue una lista interminable de frustraciones y deseos no cumplidos.

Entonces les pregunto a estas personas "¿Cómo te sientes con tu trabajo actual, con el dinero que tienes, cómo recibes las deudas?" La respuesta es, palabras más, palabras, menos "MAL, mi trabajo no me gusta, mis compañeros son irrespetuosos, no tengo pareja desde hace mucho, ¡tú lo sabes! Me estreso por las deudas, no sé como voy a seguir cubriéndolas, debo demasiado, el dinero no me alcanza"

"Analicemos esto" - le digo a estas personas - "¿Cómo dices que tienes una actitud positiva si te sientes inconforme, estresada, malhumorada, frustrada? Lo que tú haces es de dientes para afuera, porque dices algo que no sientes, algo en lo que no crees. Por eso nada cambia. Comienza por agradecer lo que tienes, bendecir que puedes cubrir tus deudas, que tienes un techo, que tienes comida, que tienes trabajo, que puedes ver el amanecer, en fin; tantas y tantas cosas que tienes que agradecer y sólo piensas en lo que te falta"

La respuesta también oscila en dos sentidos: "Sí, tienes razón" o "¿Cómo puedo agradecer por un trabajo de mierda que no me ayuda en nada?... bla, bla, bla". Aunque ambas respuestas parezcan diametralmente opuestas el resultado casi siempre es el mismo, muy pocas personas están dispuestas a realmente hacer un cambio que puede tomar meses en que comencemos a ver resultados (y digo "comencemos a ver" porque los cambios comienzan a gestarse desde el instante mismo en el que cambiamos nuestra actitud, pero no los vemos)

Aquella persona que me da la razón muchas veces sólo lo hace para terminar la discusión, otras lo hacen porque quieren salir de esa realidad simulada en la que viven, romper con los esquemas tradicionales impuestos por el gobierno, medios de comunicación, sociedad, etc. pero les cuesta hacerlo.

Aquella persona que dice que no quiere cambiar, que no le es posible bendecir porque tiene para cubrir sus deudas y se encierra en su pose de víctima sólo queda un camino: dejarla en donde está, enviarle mensajes indirectos y sutiles tratando de que cambie, pero sólo depende de ella el iniciar este cambio.

Yo prefiero centrarme en ayudar a aquellas personas que saben que hay que agradecer, que están dispuestas a hacerlo, que están dispuestas a dejar el papel de víctima y enfrentarse a la realidad que mora dentro de ellas. Esas personas saben que tienen que cambiar pero muchas veces no saben por donde comenzar, otras veces no logran ver del todo sus puntos a cambiar, otras veces caen por tropiezos que dan en el camino del cambio.

No es por comodidad, no es por no querer ayudar a los otros dos grupos de personas, es porque yo realmente hago muy poco, mi trabajo es a lo mucho un 10%, el resto es de cada una de esas personas que desean cambiar, porque yo no puedo meterme en tu cerebro y reprogramarlo.

Son estas personas las que tal vez, más adelante en sus vidas ayuden a otros que a mí me dijeron que no querían cambiar, o le ayudarán a sus parejas, a sus hijos, a sus padres, etc. Y habremos hecho una cadena, un efecto domino, que al final de cuentas es de lo que se trata esto.

Muchas veces nos ahogamos en un vaso de agua, otras nos avergüenza nuestro pasado, otras tenemos miedo a ser juzgados (porque ya nos juzgamos nosotros mismos y el fallo fue una dura sentencia), pero independientemente de la causa, debemos abrirnos a la posibilidad del cambio, a la posibilidad del perdón, a la posibilidad del amor. Porque aquel que ama no necesita de nada más para ser feliz.

Namaste
Lo Siento Mucho, Te Amo, Perdóname, Estoy Agradecido
Roberto X. Fernández
Terapia Violeta
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