Los kabbalistas se refieren al mes de Kislev (Sagitario) como el mes de los milagros. Ciertamente es una novedad con respecto al mes anterior, Escorpio, en el cual a menudo nos encontramos encarando desafíos y afrontando situaciones difíciles. Durante este tiempo, podemos extraer la energía que necesitaremos durante el resto del año para crear milagros en nuestras vidas. Pero antes de que podamos empezar a utilizar esta energía, hay un cierto nivel de conciencia que debemos alcanzar, tal como se explica en estos tres puntos:
1. Todo es un milagro
2. Ve en contra de tu naturaleza
3. Corre detrás de lo que tienes
Todo es un milagro Hay una conocida historia en la Biblia (Génesis 18: 1-13) sobre Avraham y Sará; ambos eran muy mayores, y no tenían descendencia. A lo largo de sus vidas, siempre habían tenido la esperanza de tener un hijo. Un día, tres viajeros aparecieron en la cabaña de Avraham en el desierto. Por supuesto, él los invitó a entrar y compartió con ellos su hospitalidad. Entonces los viajeros le dijeron a Avraham: "El año que viene, en esta misma época, tendrás un hijo". La Biblia dice que cuando Sará oyó esto se puso a reír. Esto es algo comprensible. Ella tenía noventa y tantos años y Avraham tenía cien. ¡Es fácil asumir que habían abandonado toda esperanza de concebir un hijo! Pero entonces sucedió algo muy interesante. La Biblia afirma que el Creador se enojó con Sará y le preguntó: "¿Por qué te reíste?". A continuación el Creador le planteó la siguiente cuestión: "¿Hay algo que Dios no pueda hacer?"
Cuando los kabbalistas analizan esta historia, aun en un sentido literal, se plantean lo que parece ser una pregunta obvia: ¿Por qué tres extraños? Si Dios se hubiera presentado ante Sará o Avraham y les hubiera prometido que el próximo año tendrían un hijo, por supuesto que ninguno de ellos habría dudado de ello. La respuesta de Sará habría sido: "Claro que creo que no hay nada que Dios no pueda hacer". Pero no era Dios quien prometía; sólo eran tres desconocidos.
¿Qué nos está enseñando la Biblia aquí? ¿Qué lección podemos aprender? Los milagros no ocurren. Para entender esto, nuestra visión del mundo debe cambiar. Necesitamos cambiar nuestra perspectiva para poder traer eso que llamamos milagros a nuestras vidas. Si observamos con atención este mundo -el Sol que sale por la mañana y que se pone por la noche, y la Luna que aparece- vemos que todo esto es en realidad una manifestación de la Luz del Creador. El Sol sale por la mañana y se pone por la noche, no porque esa es su "naturaleza", sino porque la Luz del Creador le da energía por la mañana para brillar y por la noche para ocultarse. Cuando vemos la naturaleza como una manifestación de la Luz del Creador podemos entender que los milagros no son en realidad algo separado de la naturaleza.
Cada nacimiento es un milagro, ya sea la edad de la madre veinte o noventa años. Este es un concepto esencial, especialmente mientras atraemos milagros a nuestra vida, y Sagitario es uno de los meses más importantes en los cuales podemos tener esta conciencia. Necesitamos cambiar la forma en que lo vemos todo en este mundo, darnos cuenta de que no hay una distinción fundamental entre la naturaleza y los milagros.
Sólo hay la infusión y la reinfusión de la Luz del Creador en nuestras vidas, la cual se manifiesta de distintas maneras. Cuando pedimos milagros, todo lo que pedimos es una manifestación diferente de la Luz. Específicamente, vemos aquí que los milagros no se apoyan en un espacio vacío. Por este motivo la conciencia y la certeza son tan crucialmente importantes. Si no hay certeza, no hay abertura, y la Luz no tiene un lugar por el que poder entrar. He aquí la razón por la que nunca podemos abandonar la esperanza. Si Sará hubiera tenido esta conciencia, no se habría reído cuando los tres viajeros le dijeron que tendría un hijo al año siguiente. En cierto sentido, Dios le estaba diciendo a Sará que ella nunca sería capaz de tener un hijo hasta que su conciencia cambiara, y esa es también la lección para nosotros.
Necesitamos ser consientes de que toda la naturaleza y todos los milagros son simplemente manifestaciones diferentes de la Luz del Creador. Pero mientras sigamos considerándolos como dos funciones independientes, no podremos atraer la Luz de los milagros a nuestras vidas. Ve en contra de tu naturaleza Cuando el Rav vivía en los Estados Unidos y Rav Brandwein, su maestro, vivía en Israel, estaban en contacto. El Rav volaba hasta Israel para estar con el Rav Brandwein y conversaban por teléfono. También se escribían cartas, y en una de esas cartas Rav Brandwein explica que los milagros están basados en una enseñanza del Baal Shem Tov que explica que el Creador se comporta con nosotros de la misma forma que nosotros nos comportamos. Literalmente, la Luz del Creador refleja nuestras acciones. Para que podamos atraer milagros a nuestras vidas, tenemos que ir en contra de nuestra naturaleza egoísta. En la medida en que vayamos en contra de nuestro Deseo de Recibir para nosotros mismos, será la medida en que podremos cambiar la naturaleza del mundo. Cuanto más actuemos en contra de nuestro Deseo de Recibir para nosotros mismos, más podremos cambiar la naturaleza del mundo.
La división del Mar Rojo, por ejemplo, es uno de los milagros más grandes que aparecen en la Biblia. Rav Brandwein decía que para que este milagro pudiera manifestarse, los Israelitas tuvieron que ir tremendamente en contra de su Deseo de Recibir para sí mismos, en contra de su ego. Sólo cuando estuvieron completamente dispuestos a soltar su egoísmo fueron capaces de atraer aquel gran milagro, el de la división de las aguas del Mar Rojo.
La medida en que actuamos contra nuestra naturaleza es la medida en que podemos atraer los Milagros a nuestras vidas. Así que si necesitas un milagro, asegúrate de que actúas contra tu naturaleza reactiva. Si ibas a enojarte con tu compañero de trabajo, un miembro de tu familia o tu pareja, ¡no lo hagas! Al ir en contra de tu reactividad, creas una abertura para que un milagro entre en tu vida. Cuanto mayor sea tu restricción, cuanto más te resistas, mayor será la abertura para que puedan entrar los milagros en tu vida. Corre detrás de lo que tienes Pero quizá la conciencia más importante que necesitamos para atraer milagros es el concepto de la apreciación.
Todo en nuestras vidas es una manifestación de la Luz del Creador, pero tenemos una gran tendencia a dar las cosas por sentado. Perdemos apreciación por lo que la Luz ha traído a nuestra vida y nos enfocamos en lo que no tenemos ahora.
El Zóhar dice que si las personas corren tras aquello que no es suyo, pueden perder lo que en realidad les pertenece. Esta es una lección de apreciación. Cuando nos despertamos por la mañana y no sentimos una tremenda alegría por todas las bendiciones que ya tenemos en nuestra vida y en su lugar damos esas bendiciones por sentado y asumimos que serán nuestras para siempre, estamos abriendo la puerta para que se escape la Luz y para que perdamos esas bendiciones. Y por supuesto, también estamos cerrando la puerta a la entrada de Luz y milagros nuevos.
En este mes de los milagros, el primer paso debe ser desarrollar de verdad nuestra apreciación por la Luz y por aquellas bendiciones que ya tenemos. No es simplemente porque es lo más correcto o lo más espiritual que podemos hacer. Es porque esta conciencia, esta revelación, esta apreciación nos permite conservar esas bendiciones de la Luz que están manifestadas dentro de lo que tenemos.
Cuando realmente sentimos apreciación en nuestra vida, cuando verdaderamente apreciamos la forma en que la Luz del Creador se manifiesta en nuestra vida, nunca podemos estar tristes. Nunca podemos sentirnos de ninguna otra manera que llenos de gozo. No es fácil y no ocurre por sí solo. A menudo, por ejemplo, cuando pongo a dormir a mis hijos y me estiro a su lado, de repente me doy cuenta del regalo que tengo. ¿Pero qué sucede al día siguiente? Quizá me olvide de lo que sentí la noche anterior, lo cual es una lástima. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de apreciar, y la apreciación no sólo atrae y mantiene la Luz, sino que también abre la puerta para que entren más bendiciones.
Mientras atraes milagros a tu vida durante el mes de Sagitario, recuerda estas tres lecciones.
Primero, los milagros no suceden porque sí; lo que llamamos milagros es simplemente la presencia de la Luz del Creador.
Segundo, la forma de atraer milagros es ir en contra de nuestra naturaleza impulsada por el ego.
Y el tercer precepto es la apreciación: no sólo sentir apreciación, sino hacer que crezca. Cuando hacemos esto, preservamos las bendiciones que ya tenemos y obtenemos el poder de atraer nuevas bendiciones y nuevos milagros en nuestras vidas para nosotros mismos y para el mundo.
©2008 El Centro de Kabbalah Internacional
Colaboradora: Elizabeth Genesca