Nuestro pensamiento nunca debe divagar de la premisa de que el Poder Único, que es impersonal, es un Poder Infinito para el bien. - Ernest Holmes, La Ciencia de la Mente
Ninguno de nosotros tiene el poder de hacer que alguien nos ame. Pero todos tenemos el poder de dar amor y de amar a otras persona. Y al hacerlo, cambiamos la clase de persona que somos, y cambiamos la clase de mundo en el que vivimos. - Harold Kushner
Al hablar de poder, no me estoy refiriendo a la clase de poder que puede ser usado para satisfacer ambiciones egoistas cuya finalidad es casi siempre el controlar y manipular a los demás, y cuyo objetivo es alcanzar metas egoistas .
Nadie puede lograr un trabajo valioso que verdaderamente contribuya al servicio de la humanidad, sin haber alcanzado primero un poder esprirital interior que lo haya llevado a experimentar la vida con verdadera maestría.
Sin poder espiritual, la vida es una lucha en la que estamos a merced de leyes humanas, y entramos frecuentemente en conflicto con otros egos hambrientos de poder, así como con aquellos que han perdido su propio poder al dárselo a otros.
Para adquirir poder espiritual necesitamos recordar que Dios es Todopoderoso, y que como hemos sido creado a imagen y semejanza de Dios, también nuestro Yo Soy (chispa Divina) es potencialmente todopoderoso. Aumentamos nuestro poder al permitir que Dios se exprese más libremente a través de nosotros, y esto sucede cuando nos abrimos a Su guía.
Recordemos que ya tenemos poder ahora mismo. Poseemos el poder de co-crear con Dios. Co-creamos toda una nueva serie de circunstancias en nuestra vida cuando cambiamos nuestra manera de pensar. Somos puntos de consciencia en la Mente Infinita de Dios; somos seres espirituales preciosos y valiosos viviendo una experiencia humana. Venimos a la Tierra con un solo propósito: aprender a dar y recibir verdadero amor incondicionalmente. Estamos aquí para velar por nosotros mismos y por los demás. Estamos aquí para borrar el concepto de separación. No estamos separados, pues provenimos de una sola Mente. No olvidemos que lo que hacemos por otros, lo hacemos por nosotros.
AFIRMACIÓN: AHORA ENTIENDO QUE DIOS ESTÁ TRABAJANDO EN MÍ, A TRAVÉS DE MÍ, Y COMO YO, PARA HACERME CADA VEZ MÁS PODEROSO. NO HAY NADA QUE DIOS Y YO JUNTOS NO PODAMOS LOGRAR… ¡Y ASÍ ES!
Rebeka Piña