La ciudad israelí de Bat Yam, cerca de Tel Aviv, protagoniza una película de ciencia ficción. O al menos es su deseo. Todo por culpa de un pequeño y misterioso objeto volador no identificado que cayó el sábado en una de sus playas.
Una cosa de color negro convertida en atractiva bola de fuego y fuente de teorías sobre fenómenos paranormales. "Seguro que tiene que ver con el volcán de Islandia", exclamó un bañista antes las cámaras locales que acudieron rápidamente a la playa para filmar el sobrenatural evento.
Evidentemente, el objeto de Bat Yam ha provocado mucho más interés que la enésima gira del mediador estadounidense, George Mitchell. En ambos casos, no se sabe muy bien el origen y objetivo real de la 'visita'.
Israel Rokaj, un veterano socorrista de la concurrida playa de Bat Yam, se aprestaba a iniciar una nueva jornada bajo el justiciero sol cuando, repentinamente y a muy pocos metros, un objeto descendía de los cielos. "Grité a mis compañeros por tirarme lo que parecía una piedra pero enseguida empezó a arder. Me quedé frío", recuerda el socorrista soñando ya con una carrera a lo Expediente X.
Los bañistas rodearon el objeto alucinando al comprobar que el objeto no se apagaba ni con grandes dosis de agua. "Lo metimos en el mar pero cada que vez lo sacábamos volvía a arder. Así ocho veces. ¡Increíble!", comenta Yosi Mizraji, otro socorrista que apunta medio bromeando dos posibilidades: "Es un meteorito o una señal de Dios. O quizás las dos cosas".
Los artificieros de la Policía de Tel Aviv fueron movilizados y tras comprobar que no se trataba del resto de un cohete o explosivo se lo llevaron para el obligado examen. No viene de otro planeta Desgraciadamente para Rokaj, Mizraji y los habitantes de Bat Yam, el Instituto Geológico israelí ha descartado este domingo la posibilidad de que sea un objeto de otro planeta.
"No se trata de un meteorito sino de un objeto hecho por un ser humano", asegura su director, el Dr. Itai Gabrieli. "No tengo ni idea cuál es su origen. Hay muchas opciones como por ejemplo un residuo industrial o un desprendimiento de un avión. En ningún caso es un objeto extraterrestre", añade en un mensaje tranquilizador tras analizar la partícula del objeto flameante.
En el video difundido el domingo por la Policía de Tel Aviv, los testigos de la celestial caída gritan entre el asombro e incredulidad, repitiendo en hebreo frases como "¡Qué pasada!", "¡Ha caído del cielo!" o "Espero que no nos caigan otros 100.000 como éste!".
Tras el exhaustivo examen del Instituto Geológico, los habitantes de la costera y obrera Bat Yam no tienen por qué preocuparse. Los extraterrestres no han elegido su ciudad como base de operaciones en el planeta Tierra.
Fuente: elmundo.es
Publicación realizada gracias a la colaboración de Elizabeth Genesca.
Nota: La imagen es de archivo, no corresponde al evento.