Un grupo de científicos mexicanos y extranjeros rechazaron que en los vestigios como códices, glifos y estelas de la cultura maya se encuentren profecías sobre el fin del mundo y grandes cataclismos en 2012.
En la edición de mayo-junio de la revista Arqueología Méxicana, editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la editorial Raíces, el experto Anthony Aveni analiza el contenido de los códices mayas y asegura que “al examinar los datos científicos y culturales, las predicciones de un cataclismo fechado resultan muy dudosas”.
Aveni, especialista en astronomía y antropología de la Universidad de Colgate (Nueva York, EE.UU.) y autor del libro “The end of time: The maya mistery of 2012”, afirmó que las “lecciones históricas y logros de los mayas -y de otras culturas antiguas complejas- tienen un atractivo intrínseco. ¿Por qué revestirlas entonces con atuendos occidentales?”. El experto estadounidense recordó que en los últimos años han proliferado visiones catastróficas que se atribuyen a los mayas de que “el 21 de diciembre de 2012 el sistema calendárico maya retornará a cero para reiniciar su ciclo de 5.125 años”.
Ante este cierre del ciclo los profetas modernos auguran que un agujero negro en el centro de la galaxia al alinearse con el sol romperá el equilibrio, y éste último “arrojará una gran cantidad de partículas. Se modificará el eje magnético de la tierra y las consecuencias serán nefastas”. “Tan sombrías predicciones pueden refutarse seriamente mediante argumentos científicos y culturales”, asegura Aveni.
Por su parte el profesor Nikolai Grube, de la universidad de Bonn (Alemania) y director del proyecto Uxul en Campeche, aseguró que “no hay ninguna profecía sobre el fin del mundo en 2012 en los códices mayas”. Añadió que “en ningún lugar de los tres códices mayas los epigrafistas han encontrado señales de profecías apocalípticas relacionadas con una fecha concreta. Cualquiera que revise los códices mayas en la búsqueda de evidencia para las profecías, como sugieren los seguidores del ámbito esotérico, se desilusionará”.
Grube advierte que el estudio del futuro formaba parte de las preocupaciones de los mayas y explica que para los sacerdotes e intelectuales que estudiaban la historia para conocer el futuro, con una visión cíclica, pues los mayas esperaban que se repitieran los acontecimientos con la llegada de cada nuevo ciclo. El especialista recordó que los códices mayas tienen mucho en común con los oráculos del antiguo oriente o de los griegos, en los que la profecía no se distinguía de las artes de la adivinación.
La mexicana Mercedes de la Garza, especialista en historia y en estudios mayas, señaló que los conocimientos de los antiguos mayas que asombran al mundo actual formaron parte de su religión y eran una forma “de vincular el hombre con los astros y su devenir”. Agregó que en el libro del Chilam Balam se revela que el conocimiento del pasado les permitía pronosticar el futuro “debido a que se repetirían las mismas influencias de los dioses”.
A su vez el epigrafista Guillermo Bernal, historiador de la UNAM y arqueólogo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), afirma que “en la actualidad, algunos autores esotéricos aseguran que la cuenta maya del tiempo concluirá el 23 de diciembre”. Agregó que “bajo este supuesto deducen que los mayas previeron una especie de final del mundo. Sin embargo los registros mayas demuestran -matemáticamente- que esta idea es enteramente falsa”.
Pese a las opiniones de los científicos, los adeptos a las supersticiones y los mitos han inundado las redes de internet con sus visiones apocalípticas aderezadas con las proyecciones sobre problemas actuales, en particular los relativos con el calentamiento global.
Aveni, especialista en astronomía y antropología de la Universidad de Colgate (Nueva York, EE.UU.) y autor del libro “The end of time: The maya mistery of 2012”, afirmó que las “lecciones históricas y logros de los mayas -y de otras culturas antiguas complejas- tienen un atractivo intrínseco. ¿Por qué revestirlas entonces con atuendos occidentales?”. El experto estadounidense recordó que en los últimos años han proliferado visiones catastróficas que se atribuyen a los mayas de que “el 21 de diciembre de 2012 el sistema calendárico maya retornará a cero para reiniciar su ciclo de 5.125 años”.
Ante este cierre del ciclo los profetas modernos auguran que un agujero negro en el centro de la galaxia al alinearse con el sol romperá el equilibrio, y éste último “arrojará una gran cantidad de partículas. Se modificará el eje magnético de la tierra y las consecuencias serán nefastas”. “Tan sombrías predicciones pueden refutarse seriamente mediante argumentos científicos y culturales”, asegura Aveni.
Por su parte el profesor Nikolai Grube, de la universidad de Bonn (Alemania) y director del proyecto Uxul en Campeche, aseguró que “no hay ninguna profecía sobre el fin del mundo en 2012 en los códices mayas”. Añadió que “en ningún lugar de los tres códices mayas los epigrafistas han encontrado señales de profecías apocalípticas relacionadas con una fecha concreta. Cualquiera que revise los códices mayas en la búsqueda de evidencia para las profecías, como sugieren los seguidores del ámbito esotérico, se desilusionará”.
Grube advierte que el estudio del futuro formaba parte de las preocupaciones de los mayas y explica que para los sacerdotes e intelectuales que estudiaban la historia para conocer el futuro, con una visión cíclica, pues los mayas esperaban que se repitieran los acontecimientos con la llegada de cada nuevo ciclo. El especialista recordó que los códices mayas tienen mucho en común con los oráculos del antiguo oriente o de los griegos, en los que la profecía no se distinguía de las artes de la adivinación.
La mexicana Mercedes de la Garza, especialista en historia y en estudios mayas, señaló que los conocimientos de los antiguos mayas que asombran al mundo actual formaron parte de su religión y eran una forma “de vincular el hombre con los astros y su devenir”. Agregó que en el libro del Chilam Balam se revela que el conocimiento del pasado les permitía pronosticar el futuro “debido a que se repetirían las mismas influencias de los dioses”.
A su vez el epigrafista Guillermo Bernal, historiador de la UNAM y arqueólogo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), afirma que “en la actualidad, algunos autores esotéricos aseguran que la cuenta maya del tiempo concluirá el 23 de diciembre”. Agregó que “bajo este supuesto deducen que los mayas previeron una especie de final del mundo. Sin embargo los registros mayas demuestran -matemáticamente- que esta idea es enteramente falsa”.
Pese a las opiniones de los científicos, los adeptos a las supersticiones y los mitos han inundado las redes de internet con sus visiones apocalípticas aderezadas con las proyecciones sobre problemas actuales, en particular los relativos con el calentamiento global.
Fuente: abc digital