Ocurrió una tarde en la tienda de un conocido comerciante de arte en Nueva York. El comerciante entregó un cheque por 10,000 dólares a David Stein y éste le entregó tres acuarelas, calzadas con la firma de Marc Changall, con sus correspondientes certificados de autenticidad. Ambos quedaron muy contentos. El comerciante porque había adquirido a precio de ga.nga las pinturas, y Stein porque se había desecho de tres falsificaciones más.
En realidad aquellas acuarelas ni siquiera existían siete horas antes. Aquella mañana Stein tenía tres hojas convenientemente "envejecidas" con té frío. Imaginó los temas más apropiados y ejecutó las acuarelas sin una sola interrupción. Tenía práctica. De sus manos habían salido ya falsificaciones de Renoir y Gauguin. Su habilidad excepcional podía adaptar su mano a los más diversos estilos.
Pero esta vez algo falló. Changall, el pintor de origen ruso llegó a Nueva York, y el comerciante le mostró orgulloso las tres pinturas. El artista arrugó la cara y todo quedó al descubierto. Una hora después la policía buscó a David Stein en su lujoso departamento. Huyó a California, pero fue arrestado allá. Así concluyeron cuatro años de falsificaciones artísticas. Fue procesado por 97 cargos de falsificación y condenado a 16 años de prisión. Ayudó a la policía a formar una brigada contra falsificaciones artísticas.
Esto le valió salir en 1968, y decidió irse a Europa. Ahí comenzó una nueva vida pintando con su propio estilo. Tuvo un éxito inmediato y estableció galerías en Londres y París. Logró prestigio, fama y fortuna, siendo él mismo. David Stein descubrió algo que mucha gente tarda en descubrir: que uno es suficientemente bueno, como para desperdiciar el tiempo imitando a los demás. Hasta Charles Chaplín, comenzó a hacer películas imitando a un popular cómico alemán de la época. No llegó a ninguna parte hasta que actuó con su propio personaje.
Emerson escribió: "La envidia es ignorancia, la imitación es un suicidio." Dale Carnegie añadía: "Usted es algo nuevo en este mundo, alégrese de ello. Saque el máximo provecho de lo que la naturaleza le ha procurado".
Lo Negativo:Negar nuestro propio valor, al imitar a los demás.
Lo Positivo:Aceptarnos como somos, mejorándonos en todo lo posible. Triunfar así, siendo nosotros mismos.
¿Es usted auténtico?®
por Emilio Santamaría S.
En realidad aquellas acuarelas ni siquiera existían siete horas antes. Aquella mañana Stein tenía tres hojas convenientemente "envejecidas" con té frío. Imaginó los temas más apropiados y ejecutó las acuarelas sin una sola interrupción. Tenía práctica. De sus manos habían salido ya falsificaciones de Renoir y Gauguin. Su habilidad excepcional podía adaptar su mano a los más diversos estilos.
Pero esta vez algo falló. Changall, el pintor de origen ruso llegó a Nueva York, y el comerciante le mostró orgulloso las tres pinturas. El artista arrugó la cara y todo quedó al descubierto. Una hora después la policía buscó a David Stein en su lujoso departamento. Huyó a California, pero fue arrestado allá. Así concluyeron cuatro años de falsificaciones artísticas. Fue procesado por 97 cargos de falsificación y condenado a 16 años de prisión. Ayudó a la policía a formar una brigada contra falsificaciones artísticas.
Esto le valió salir en 1968, y decidió irse a Europa. Ahí comenzó una nueva vida pintando con su propio estilo. Tuvo un éxito inmediato y estableció galerías en Londres y París. Logró prestigio, fama y fortuna, siendo él mismo. David Stein descubrió algo que mucha gente tarda en descubrir: que uno es suficientemente bueno, como para desperdiciar el tiempo imitando a los demás. Hasta Charles Chaplín, comenzó a hacer películas imitando a un popular cómico alemán de la época. No llegó a ninguna parte hasta que actuó con su propio personaje.
Emerson escribió: "La envidia es ignorancia, la imitación es un suicidio." Dale Carnegie añadía: "Usted es algo nuevo en este mundo, alégrese de ello. Saque el máximo provecho de lo que la naturaleza le ha procurado".
Lo Negativo:Negar nuestro propio valor, al imitar a los demás.
Lo Positivo:Aceptarnos como somos, mejorándonos en todo lo posible. Triunfar así, siendo nosotros mismos.
¿Es usted auténtico?®
por Emilio Santamaría S.