Puedes grabar la meditación, buscar fotos del sitio para familiarizarte con el y ensayar las veces que consideres necesario, para que el jueves en la tarde en América, en la noche en Europa, o si estás en Asia el 26 en la madrugada, la hagas cómodamente, sabiendo cuanto tiempo te toma hacerla de forma tal que determines cuando debes empezar.
Se trata de una visualización en la que puedes obtener respuestas a tus inquietudes o soluciones a tus situaciones por resolver. Para hacerla busca un sitio cómodo, prepara el ambiente como mas te guste con velas, incienso, donde sentarte y tenlo todo listo en armonía contigo y con el espacio.
Inicia la meditación con cinco minutos de serenidad, prestando atención a tu respiración luego repite en tu mente (o escucha la grabación) y realiza la visualización tomando en cuenta que la ambientación debe ser en plena madrugada:
Estoy en un pequeño valle del Tibet, en los Himalayas, a una altura bastante elevada, rodeado por montañas excepto hacia el noreste, donde veo una estrecha abertura. El valle tiene forma de botella con el cuello hacia el noreste, abriéndose hacia el sur. En el extremo norte cerca de la abertura hay una gran roca plana. No hay árboles ni arbustos en el valle, está cubierto de una alfombra de pasto duro. Las laderas de las montañas se encuentran tachonadas de árboles, todo está iluminado con antorchas.
Comienzan a llegar peregrinos, hombres santos y lamas que se acercan ocupando la parte sur y central, dejando el extremo noreste relativamente libre. Allí se congrega un grupo de Grandes Seres que son en la Tierra, los custodios del Plan de Dios para nuestro planeta y para la humanidad. Con su sabiduría, amor y conocimiento forman una muralla protectora para nuestra raza, tratando de guiarnos de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real, y de la muerte a la inmortalidad. Este grupo de conocedores de la divinidad, se sitúa en el confín del valle en círculos concéntricos, de acuerdo al grado de desarrollo iniciático, preparándose para un gran Acto de Servicio.
Delante de la roca mirando hacia el noreste, se hallan en niveles etéricos, esos Seres denominados "los Tres Grandes Señores": el Cristo, que se sitúa en el centro; el Señor de las formas vivientes, Manú, que se sitúa a la derecha; y el Señor de la Civilización, el Maestro Rakoczi, que se halla a su izquierda. Sobre la roca descansa un cuenco de cristal lleno de agua.
Detrás del grupo de Maestros, estamos nosotros, adeptos, iniciados y trabajadores avanzados en el Plan de Dios. Algunos están presentes en cuerpo físico y llegan por medios comunes, otros nos hallamos presentes en nuestros cuerpos espirituales y en estado de sueño o meditación profunda.
Se acerca el momento de la Luna Llena, se hace silencio y todos miramos hacia el noreste. A una señal dada, los Grandes Seres forman tres círculos concéntricos y empiezan a cantar. Cuando el cántico se ahonda y cobra más ritmo, los Visitantes etéricos se materializan y una figura gloriosa se torna visible en el centro de los círculos. Es el Señor Maitreya también llamado Bodhisattva, Cristo, Señor de la Paz y del Amor; es el Maestro de todos los Maestros que forman la Jerarquía planetaria para llevar a cabo la finalidad divina de este planeta.
El Cristo aparece vestido con un manto blanco puro, su cabello le cae por los hombros en ondas. Tiene el Cetro de Poder en Su mano, se lo dió el Anciano de los Días para esta ocasión. En cada extremo del Cetro de Poder hay una gran empuñadura de diamante que irradia un aura azul y anaranjada de gran belleza. Los Iniciados que están en los tres círculos lo enfrentan en el centro, y cuando Él se torna más visible, todos Ellos se inclinan y cantan un mántra de salutación y afirmación.
Om Maitreya Maitreya Majá Maitreya Ariá Maitreya Soá
Om Maitreya Maitreya Majá Maitreya Ariá Maitreya Soá
Om Maitreya Maitreya Majá Maitreya Ariá Maitreya Soá
Luego, los círculos se convierten en un círculo solo y una cruz, en cuyo centro está el Cristo. Aquí nuevamente el cántico conmueve los corazones y las almas de los presentes, y descienden más alegría, paz y bendición sobre todos nosotros.
Om Maitreya Maitreya Majá Maitreya Ariá Maitreya Soá
Om Maitreya Maitreya Majá Maitreya Ariá Maitreya Soá
Om Maitreya Maitreya Majá Maitreya Ariá Maitreya Soá
Veo un triángulo dentro del círculo, en cuyo ápice está el Cristo. Está de pie cerca de la peña y coloca el Cetro de Poder sobre ella. En la peña el cuenco de cristal se ve con ornamentaciones doradas y, guirnaldas de flores de loto, cubren la roca y cuelgan de los rincones.

Están presentes los regentes de todos los tipos de energía: los Maestros Morya, Koot Humi, el Veneciano, Serapis, Hilarión, Jesús e Iniciados, discípulos y aspirantes espirituales; y aquí el cántico crea gran tensión en todos nosotros y Cristo tomando el Cetro de Poder de la peña, lo levanta y dice:
" -- Presto, Señor, ven..."
Luego, pone nuevamente su Cetro de Poder sobre la peña durante unos pocos momentos antes de la Luna Llena, y nuestros ojos se vuelven hacia la peña. La expectación aumenta y la tensión es mayor y crece constantemente. A través de nosotros parece sentirse un estímulo o vibración potente que tiene el efecto de despertar nuestras almas fusionando y unificando al grupo, elevando a todos y realizándose un gran acto de demanda, ansia y expectativa espiritual. Es la culminación de la aspiración del mundo que se halla enfocada en este grupo expectante.
Desde el punto de Luz en la mente de Dios,
afluye luz en la mente de los hombres
la Luz desciende a la Tierra.
afluye luz en la mente de los hombres
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
afluye amor al corazón de los hombres;
el Cristo retorna ala Tierra.
afluye amor al corazón de los hombres;
el Cristo retorna a
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
el propósito guía a las pequeñas voluntades de los hombres;
el propósito que los maestros conocen y sirven.
el propósito guía a las pequeñas voluntades de los hombres;
el propósito que los maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
se realiza el Plan de Amor y de Luz;
y sella la puerta donde se halla el mal.
se realiza el Plan de Amor y de Luz;
y sella la puerta donde se halla el mal.
Cristo, el gran celebrante, extiende Sus manos, toma el cuenco, lo alza sobre Su cabeza y luego lo pone de nuevo sobre la peña. Entonces, los Maestros cantan himnos sagrados y el Buda, el Gran Iluminado, después de bendecirnos desaparece lentamente en el espacio.
Nos ponemos de pie y recibimos gotas del agua bendita de las manos del Cristo. La Nueva Era está ya sobre nosotros, la Era de Acuario, la del "Portador de Agua".
Después de la bendición cada cual retorna a su sitio, lentamente abro los ojos, es hora de despertar.
susana colucci
@horoscopia
Aquí puedes escuchar el sonido del mantra a Maitreya
Aquí la meditación grabada por mi.
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