Al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, el I Ching no es un oráculo de adivinación, mas bien es una técnica de consulta y meditación que no solo te permite encontrar la solución a preguntas concretas sino que ayuda en la tarea de entender cómo activar la Divinidad que en todos reside y dejarla que te guíe.
Se basa en la combinación de los ocho trigramas del Bagua, los cuales forman sesenta y cuatro figuras o hexagramas a las que, en el llamado Libro de las Mutaciones, se les asignó una interpretación extensa, mediante la cual se puede, entonces, meditar sobre una situación o consultar los cambios que puede sufrir y que nosotros podemos producir en ella o en nosotros mismos para afrontarla adecuadamente.
Hay que tener presente que el I Ching considera que el cambio es el permanente ser de la naturaleza. Todo, todo el tiempo, se transforma.
Hay quienes indican que hay una correlación entre el ADN y los hexagramas como sigue:
“El ADN está compuesto de una doble hélice en la que cada hilera es el reflejo exacto de la otra. Este binario básico es también la base del yin y del yang del I Ching. Nuestro código genético está compuesto de cuatro nucleótidos arreglados en grupos de tres. Cada uno de estos compuestos químicos se relaciona con un aminoácido y constituye lo que se conoce como «codón». Existen 64 de estos codones en nuestro código genético. De la misma manera, en el I Ching hay sólo cuatro permutaciones básicas de yin y yang, y también se arreglan en grupos de tres, conocidos como «trigramas». Así como en la doble hélice de nuestro ADN cada hilera refleja la otra, cada trigrama del I Ching tiene un compañero y juntos crean el «hexagrama». Así como hay 64 codones en el ADN, hay 64 hexagramas en el I Ching”
Por otro lado opinaba Carl Gustav Jung al respecto del I Ching lo siguiente:
“El I Ching no ofrece pruebas ni resultados; no hace alarde de sí, ni es de fácil abordaje. Como si fuera una parte de la naturaleza, espera hasta que lo descubramos. Aquellos a quienes no agrade no tienen por qué usarlo, y quien a él se oponga no es obligado a considerarlo verdadero. Déjenlo tan sólo ir por el mundo en beneficio de otros"
Para realizar la consulta, inicialmente se usaban tallos de milenrama. Cincuenta varillas de esta planta o de aquilea, el consultante dejaba aparte una de las varillas e iba dividiendo las demás de una forma determinada para formar grupos. De esa manera aseguraban el azar de los resultados y se cercioraba que solo interviniera la energía de quien realizaba la consulta sobre las ramas escogidas.
También se puede hacer usando monedas, lo que agiliza bastante la operación. Se deben reunir tres monedas iguales y a cada una de las caras asignarle si se tomará como Yin o como Yang caso que no se pueda distinguir claramente cual es Cara y cual es Cruz, si se puede hacer Cara será Yin y Cruz Yang.
Se lanzan las tres monedas seis veces. Dependiendo de lo que salga en cada tirada se determinarán dos trigramas que montados uno sobre el otro formarán el hexagrama correspondiente a la respuesta y que habrá que buscar en el Libro de las Mutaciones, para entonces adecuar la interpretación a las circunstancias que rodean la consulta.
Si uno se quiere acoger a la tradición lo mejor es conseguir tres monedas de cobre china de esas que tienen un orificio cuadrado en el medio y que están inscritas con cuatro símbolos en un lado (cara) y en blanco o con dos símbolos manchúes en la otra (sello o cruz)
Actualmente existen hasta programas que realizan las tiradas y dan como resultado un hexagrama… no estoy muy segura que eso funcione igual, porque no me imagino cómo se impregnan de la energía del consultante las monedas cibernéticas, aunque todo responde a la voluntad de la Divinidad… quién sabe!
Si quieres saber que consejos tiene el I Chin para ti sobre una situación para la que estas buscando solución, escríbeme a horoscopia2000@yahoo.es y lo interpretaré para ti
Namaste
susana colucci
horoscopia2000@yahoo.es
Tomado del curso Feng Shui práctico que dicto por Internet y cuyo contenido puedes leer en la pestaña Cursos que está en http://www.horoscopias.com
Se basa en la combinación de los ocho trigramas del Bagua, los cuales forman sesenta y cuatro figuras o hexagramas a las que, en el llamado Libro de las Mutaciones, se les asignó una interpretación extensa, mediante la cual se puede, entonces, meditar sobre una situación o consultar los cambios que puede sufrir y que nosotros podemos producir en ella o en nosotros mismos para afrontarla adecuadamente.
Hay que tener presente que el I Ching considera que el cambio es el permanente ser de la naturaleza. Todo, todo el tiempo, se transforma.
Hay quienes indican que hay una correlación entre el ADN y los hexagramas como sigue:
“El ADN está compuesto de una doble hélice en la que cada hilera es el reflejo exacto de la otra. Este binario básico es también la base del yin y del yang del I Ching. Nuestro código genético está compuesto de cuatro nucleótidos arreglados en grupos de tres. Cada uno de estos compuestos químicos se relaciona con un aminoácido y constituye lo que se conoce como «codón». Existen 64 de estos codones en nuestro código genético. De la misma manera, en el I Ching hay sólo cuatro permutaciones básicas de yin y yang, y también se arreglan en grupos de tres, conocidos como «trigramas». Así como en la doble hélice de nuestro ADN cada hilera refleja la otra, cada trigrama del I Ching tiene un compañero y juntos crean el «hexagrama». Así como hay 64 codones en el ADN, hay 64 hexagramas en el I Ching”
Por otro lado opinaba Carl Gustav Jung al respecto del I Ching lo siguiente:
“El I Ching no ofrece pruebas ni resultados; no hace alarde de sí, ni es de fácil abordaje. Como si fuera una parte de la naturaleza, espera hasta que lo descubramos. Aquellos a quienes no agrade no tienen por qué usarlo, y quien a él se oponga no es obligado a considerarlo verdadero. Déjenlo tan sólo ir por el mundo en beneficio de otros"
Para realizar la consulta, inicialmente se usaban tallos de milenrama. Cincuenta varillas de esta planta o de aquilea, el consultante dejaba aparte una de las varillas e iba dividiendo las demás de una forma determinada para formar grupos. De esa manera aseguraban el azar de los resultados y se cercioraba que solo interviniera la energía de quien realizaba la consulta sobre las ramas escogidas.
También se puede hacer usando monedas, lo que agiliza bastante la operación. Se deben reunir tres monedas iguales y a cada una de las caras asignarle si se tomará como Yin o como Yang caso que no se pueda distinguir claramente cual es Cara y cual es Cruz, si se puede hacer Cara será Yin y Cruz Yang.
Se lanzan las tres monedas seis veces. Dependiendo de lo que salga en cada tirada se determinarán dos trigramas que montados uno sobre el otro formarán el hexagrama correspondiente a la respuesta y que habrá que buscar en el Libro de las Mutaciones, para entonces adecuar la interpretación a las circunstancias que rodean la consulta.
Si uno se quiere acoger a la tradición lo mejor es conseguir tres monedas de cobre china de esas que tienen un orificio cuadrado en el medio y que están inscritas con cuatro símbolos en un lado (cara) y en blanco o con dos símbolos manchúes en la otra (sello o cruz)
Actualmente existen hasta programas que realizan las tiradas y dan como resultado un hexagrama… no estoy muy segura que eso funcione igual, porque no me imagino cómo se impregnan de la energía del consultante las monedas cibernéticas, aunque todo responde a la voluntad de la Divinidad… quién sabe!
Si quieres saber que consejos tiene el I Chin para ti sobre una situación para la que estas buscando solución, escríbeme a horoscopia2000@yahoo.es y lo interpretaré para ti
Namaste
susana colucci
horoscopia2000@yahoo.es
Tomado del curso Feng Shui práctico que dicto por Internet y cuyo contenido puedes leer en la pestaña Cursos que está en http://www.horoscopias.com