Si aquel que sufre de inquietud o de angustia fuera clarividente, vería seres gesticulantes que van a picarle, morderle, arañarle y atormentarle de todas las maneras. A éstos seres la tradición esotérica les ha llamado indeseables, porque se acercan a los humanos diciéndose: «¡Ah, esta buena mujer, este buen hombre, nos interesa! Vamos a causarles dificultades, será divertido verlo gritar y gesticular.»
Pues sí, he aquí lo que pasa cuando nos sentimos desgraciados o atormentados.
Y cuando experimentamos una gran alegría, si fuéramos clarividentes, también veríamos una multitud de criaturas aladas que acuden hacia nosotros cargadas de presentes de luz y que cantan, danzan y dejan a su paso trazos de colores tornasolados y los perfumes más deliciosos."
Omraam Mikhaël Aïvanhov