Sir Isaac Newton, considerado por mucho tiempo la mente científica más brillante de la historia, tenía un profundo interés por la alquimia y el estudio de lo oculto, al punto de que concebía que disciplinas como la alquimia, que hoy se consideran como pseudociencias, eran parte integral del conocimiento humano e incluso la más sublime manifestación del entendimiento.
La Biblioteca Nacional de Israel ha digitalizado por primera vez una serie de archivos que reúnen los textos de teología del padre de la ley gravitacional y de la mecánica clásica.
Según el curador de la Biblioteca Nacional de Israel, Newton creía que la Biblia contenía un código para acercarse al mundo natural y hacer predicciones –de la misma forma que observando la naturaleza se pueden formular leyes y predecir fenómenos.
Basándose en el Libro de Daniel, Newton pronóstico que el Apocalipsis sucedería el año 2060, o 1260 años después de la coronación de Carlomagno.
Newton también escribió sobre la Cábala, el Tabernáculo y el Templo de Salomón, creía que este último consideraba tenía codificado una ley de proporción entre el hombre, la naturaleza y la Creación. Incluso delíneo mapas sobre la geometría del Templo.
Los textos de alquimia de Newton fueron subastados en 1936 y adquiridos por el renombrado economista John Maynard Keynes; sus textos de teología fueron comprados por el erudito judío Abraham Shalom Yahud, y más tarde requisados por la Biblioteca Nacional de Israel.
Newton también hizo una traducción del texto seminal de la alquimia, La Tabla Esmeralda, y se interesó por los textos herméticos. Esto nos hace pensar que el descubrimiento de las leyes de la gravedad universal podría estar relacionado a las ideas expuestas dentro de éstos textos, como es la ley de la atracción y repulsión. Como pocos hombre en la historia Newton parece haber penetrado por momentos la mente del que llamara El Gran Arquitecto Cósmico.
Fuente informe21.com