Otra de las particularidades que se han podido detectar a través de la investigación de las palmas de las manos, es que estas revelan la intensidad de nuestras emociones y de nuestro torrente vital. Las manos surcadas por pocas líneas indican una intensidad vital orientada hacia funciones simples vinculadas a la salud, a la seguridad material y al amor. Cuando las líneas son anchas y bien visibles la energía vital es hiperactiva, la intensidad emocional es mayor, la personalidad es generosa, solidaria y afectiva.
Cuando las líneas son muy finas exteriorizan una energía vital bien compensada que trasciende los intereses meramente materiales. Las líneas paralelas a los dedos (y verticales a la palma) apoyan una energía vital exuberante y un carácter jovial. Una depresión en el centro de la palma coincide con individuos introvertidos, de una vida interior conflictuada.
Cuanto más deprimido sea el centro de la palma, mas vericuetos psicológicos mostrará su personalidad.
El monte de Venus es aquella parte carnosa de la mano que se encuentra sobre la base del dedo pulgar. Si este monte es amplio es indicio de una sexualidad bien desarrollada, una profunda sensualidad y vitalidad creadora.
Con respecto a las uñas, si las mismas presentan súbitos cambios de color, revelan trastornos hepáticos y circulatorios. Si la cutícula no se corre o sobrepasa el borde inferior de la uña, es señal de alguna disfunción nerviosa. Cuando las uñas se rompen fácilmente, esto puede ser indicio de posibles trastornos gastrointestinales.
EL ARTE DE "LEER" LAS MANOS:
La quirología tiene un origen casi desconocido. Quienes investigan en su historia han determinado que la quiromancia (a diferencia de la quirología es la adivinación a través de la lectura de las manos) nace en ciertos pueblos nómades de los Balcanes, donde el arte de interpretar el destino a través del supuesto significado de las líneas palmares era transmitido de padres a hijos en forma oral.
Algunos le atribuyen un origen bíblico, otros citan al filósofo Aristóteles como conocedor de este tema, pero lo cierto es que la sistematización de esta práctica toma cuerpo recién durante el siglo pasado.
Sin embargo, las profundas investigaciones realizadas en los últimos tiempos, echan por tierra las creencias quirománticas para arribar a un terreno menos supersticioso: la quirología, es decir el estudio sistemático de la mano, sus líneas, conformación y aplicación de estos significados a la
salud, el carácter y a veces hasta en el destino. Muchos dirán: "No deja de ser la vieja quiromancia". Tal vez sea así, pero por lo menos se ha encarado un estudio sistemático de esta disciplina milenaria.
Esta materia es la antesala científica de otros estudios más profundos, como por ejemplo, la quirogenética, para establecer los verdaderos parámetros existentes entre el hombre, su personalidad, sus inclinaciones y sus manos.
UN PRIMER ACERCAMIENTO A NUESTRAS MANOS:
Para la quirología la mano izquierda tiene un valor diferente al de la derecha, aunque ambas se complementan. La mano izquierda es la que concentra la fuerza natural del inconsciente, la libido, los complejos y lo que representa nuestra vida interior. En cambio la mano derecha concentra la acción inmediata, lo práctico y la exteriorización de la energía.
Si consideramos a la mano izquierda sin atender a la derecha, cometeremos errores interpretativos importantes, ya que los valores quirológicos configuran una unidad que se define por los valores particulares de cada mano.
Se puede aceptar que la izquierda escenifica al pasado, mientras que la derecha representa al futuro. Los valores equidistantes entre ambas manos representan al destino.
LAS MANOS Y EL CARACTER:
A través de las manos podremos determinar el carácter y rasgos de nuestra personalidad. Una personalidad generosa se observará a través de la flexibilidad de los dedos, fundamentalmente del dedo pulgar. Cuanto más móvil sea una mano menos egoísmo y mayor adaptabilidad social demostrará su dueño. Cuanto más logre separar el pulgar de la palma (si es mas de 90 grados) se acentuará su tendencia generosa hasta llega a límites insospechados. Una mano poco flexible y magra indica mesura. Si los dedos son cortos y la palma estrecha, es un indicio de falta de generosidad.
Una persona con carácter fuerte se descubre cuando los pulgares están bien desarrollados y son sólidos, y la carne palmar bien tensa. Cuando el dedo índice es mayor que el anular es indicio de mayor ambición que sentimentalidad. Si son iguales trasuntan equilibrio. Cuando la mano es alargada, con la palma estrecha y los dedos largos, trasunta una
personalidad ambiciosa y un gran talento.
Cuando uno analiza una mano, descubre que todo lo ancho, blando, semiblando y curvo es indicio de fertilidad, fantasía e imaginación. Una mano esmirriada representa austeridad y débil fertilidad.
Una mano cálida, de palma contorneada y mullida, es indicio de una personalidad disfrutadora.
Las manos de un comerciante con aptitudes descollantes, suelen ser uniformes y tanto la palma como los dedos de flexibilidad limitada. En cambio, cuando los dedos son alargados (mas que la palma) trasuntan una gran percepción y habilidad por todo lo que se relaciona con el arte.
Por supuesto que el estudio de las manos es mucho más amplio y aporta a los seres humanos un sinnúmero de posibilidades. Basta recordar la división que hacía el argentino Juan Vucetich (quien descubrió el sistema de identificación a través de las huellas de los dedos) en la clasificación de huellas, prácticamente coincidente con los significados de los cuatro elementos de la astrología.
También la quiroterapia, es decir la curación o sanación mediante determinadas terapias ejercitadas sobre las manos (no confundir con quiropraxia) abre un universo de posibilidades a los estudiosos de las terapias alternativas.
(recibido por Internet sin especificar el autor)