RELAJACIÓN es soltura: permitiendo que todo acontezca, fluyendo libremente, entregándote; una condición en la cual los nervios, los músculos, experimentan una plena sensación, colocándote sin esfuerzo en un tono natural.
Tono natural u óptimo es un concepto dinámico en el cual el organismo se adapta automáticamente a la cantidad de tensión muscular necesaria para cada actuación particular. Los músculos están firmes, suaves y elásticos. Una cierta tensión (tono muscular), es deseable, necesaria para mantener el cuerpo erecto. Ciertas actividades exigen más tono y energía, sentado más que acostado, de pie más que sentado, andando más que de pie.
REGLAS PARA LA RELAJACIÓN
1º Vuélvete consciente de tu tensión.
2º Experimenta, percibe que eres el que crea la tensión, aunque ésta llegue automáticamente.
3º Descubre, adivina cómo causas y mantienes estas tensiones.
4º Suéltate: entrégate; sólo se consigue experimentando la tensión, sintiéndola y nunca evitándola.
5º Ejercita la relajación: de pie o acostado de espaldas. Contráete cuanto puedas, en la respiración toma el máximo de aire y al exhalarlo suelta bien todo el cuerpo no moviéndote más, tu actitud ha de ser observadora.
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