Los riñones son como nuestra depuradora personal, filtran la sangre y eliminan los desechos en forma de orina. Son "órganos de contacto" encargados de mostrar los miedos y las creencias de las personas respecto a cualquier tipo de relación. Es el lugar donde los pensamientos duros que no hemos dicho, se transforman en "piedras", en ideas locas a las que nos aferramos por lealtad a nuestra familia. Los riñones también nos ofrecen pistas sobre la transmisión genética de ciertas características presentes en nuestro árbol genealógico. Una comunicación sana es la clave para evitar cualquier problema renal.
Los riñones son los órganos encargados de eliminar los desechos nitrogenados de la sangre, como la urea y el ácido úrico. También participan en la eliminación de sustancias tóxicas introducidas en el organismo como el alcohol o los medicamentos.
Digamos que son una pareja de máquinas que filtran y equilibran la sangre, funcionando con una doble función:
-Maquinaria de selección: expulsar lo tóxico, lo dañino, retener lo útil, lo saludable.
-Maquinaria de mantenimiento de ósmosis: equilibrio entre lo ácido y lo alcalino.
Cada día los riñones filtran unos 180 litros de sangre y producen alrededor de 1,5 litros de orina. Eliminan el agua y la sal para que nuestros tejidos no retengan una cantidad demasiado grande.
También eliminan los residuos y toxinas producidos por nuestras células. Se puede decir que junto al hígado, los riñones son los grandes depuradores de nuestro cuerpo
En el plano de su función de eliminación los riñones son dos auténticos gemelos, pero emocionalmente son dos falsos hermanos:
-El riñón izquierdo está conectado con el sistema sexual-genital a través de la circulación venosa y linfática. Cualquier infección genital repercute sobre este riñón. Cuando uno se siente abandonado, el riñón puede reaccionar en forma de infección, cálculos o hipertensión.
El riñón izquierdo es el compañero privilegiado de la fuerza de la feminidad o de la masculinidad, un potencial que llevamos cada uno de nosotros aunque no lo usemos.
-El riñón derecho depende del sistema digestivo y situado bajo el hígado le sirve de rebosadero, elimina lo que no puede evacuar el hígado. Cuando el hígado y el riñón derecho funcionan mal al mismo tiempo significa que el organismo ya no tiene demasiadas posibilidades de compensar.
-El riñón izquierdo está conectado con el sistema sexual-genital a través de la circulación venosa y linfática. Cualquier infección genital repercute sobre este riñón. Cuando uno se siente abandonado, el riñón puede reaccionar en forma de infección, cálculos o hipertensión.
El riñón izquierdo es el compañero privilegiado de la fuerza de la feminidad o de la masculinidad, un potencial que llevamos cada uno de nosotros aunque no lo usemos.
-El riñón derecho depende del sistema digestivo y situado bajo el hígado le sirve de rebosadero, elimina lo que no puede evacuar el hígado. Cuando el hígado y el riñón derecho funcionan mal al mismo tiempo significa que el organismo ya no tiene demasiadas posibilidades de compensar.
Es en los riñones donde se reflejan los miedos de la persona, sus creencias y su relación con la vida. Los riñones son fundamentalmente órganos de contacto, están ligados con nuestra capacidad de relación, de convivencia con el entorno más cercano: pareja, hermanos, padres, jefes, etc.
Por lo tanto los riñones son la metáfora corpórea de la comunicación entre el yo y el objeto en el que proyecto mi yo, de manera que una relación sana con el otro se reflejará en unos riñones sanos y al contrario, una relación enfermiza se materializará en unos riñones enfermos.
Desde la óptica de la astrología el signo de Libra está asociado a los riñones. La posición de Venus por signo casa y aspectos puede dar alguna indicación respecto a dificultades con estos importantes órganos de filtrado.
Las afecciones renales indican problemas en las relaciones: miedo a una relación, problemas de pareja, conflictos emocionales o un choque de creencias profundas.
Desde la perspectiva gestáltica, un órgano enfermo es un órgano negado. Su abordaje terapeútico consiste en establecer un diálogo con esa parte del cuerpo que se niega. Unos riñones ineficaces, nos alertan sobre una persona que niega la comunicación, niega la función tamizadora de lo que le perjudica y lo que no. Es una retirada del mundo y de la responsabilidad sobre su propio bienestar.
Los riñones pueden dolernos por celos, por engaños, cuando sentimos injusticias o cuando tenemos dificultades para tomar una decisión. Incluso cuando nos decepcionamos o frustramos a causa de cierta tendencia a idealizar a las personas. Hay otras palabras clave como causas probables: la crítica, el fracaso, la vergüenza…
Los cálculos renales son "piedras" que señalan una cristalización de creencias, corresponde a una acumulación de temas de los que el individuo hubiera tenido que aligerarse hace tiempo, ya que no eran necesarios para su desarrollo. Los pensamientos duros que no hemos dicho, se transforman en "piedras duras"
Podemos preguntarnos sobre el significado de perder un riñón. Los riñones son dos, como los integrantes de la pareja. ¿Qué puede significar que a un hombre le extirpen su riñón izquierdo?
O podemos ir todavía más lejos: cuando cesan todas las funciones de los riñones y una máquina debe encargarse de la tarea de purificar la sangre (diálisis). En el libro "la enfermedad como camino" apuntan que: "el que no supo resolver sus problemas con la pareja de carne y hueso, encuentra una nueva pareja en forma de máquina perfecta. Tiene que ir a visitarla al hospital por lo menos tres veces a la semana o dormir a su lado fielmente noche tras noche.
Desde una perspectiva psicogenealógica, si los riñones enferman por no cumplir su función tamizadora, puede que el árbol genealógico bloquee nuestra relación con los semejantes, de modo que se acumulan y cristaliza cálculos que luego costará expulsar. Pensamientos y creencias duras, esas ideas locas a las que nos aferramos por lealtad a la familia, no pasarán el tamiz y dolerá parirlos como duele un parto. Y enferman por no saber equilibrar lo que tomamos del otro y le damos. Porque en esta ósmosis manda el árbol y su ley basada en la repetición, él es el que programa en nosotros el mecanismo de defensa llamada proyección. Proyectamos en el otro, sobretodo en la pareja, partes de nosotros mismos. Si son partes aceptadas, le llamamos enamoramiento, si son partes no aceptadas, le llamamos odio. El amor verdadero llega cuando sabemos, borrar ese espejismo enfermizo y vemos al otro de verdad y gozamos con una relación basada en la libertad y en la construcción creativa de proyectos comunes.
Las malformaciones congénitas en los riñones y todo el sistema genito-urinario son las más frecuentes del ser humano, sólo que, si son asintomáticas, pasan inadvertidas hasta que se detectan a través de alguna prueba de imagen. Esto nos hace pensar en el carácter de transmisión genética de ciertas características simbólicas atribuídas al riñón. Un niño puede nacer sin riñón izquierdo, negándose ese aliado en la potencialidad sexual. Con doble sistema de filtrado, dotándolo de una fuerte personalidad para que sepa discernir, discriminar y decidir en el futuro.
Liberarnos de los contratos de lealtad con el árbol genealógico es una buena estrategia profiláctica contra muchas enfermedades, también con las renales. Abramos canales sanos de comunicación con los demás, con la pareja en especial y tomemos el timón de las decisiones importantes en cuanto a lo que nos beneficia y lo que nos perjudica. El cuerpo no sabe mentir, escuchar sus mensajes es escuchar la verdad más auténtica
Recibido de Angi en Otras inteligencias social