Al practicar el Ho'oponopono, no lo hacemos para modificar al otro, sino para que la Divinidad limpie en "nosotros" los pensamientos cargados de memorias dolorosas, que nos hacen ver al otro como problema. La limpieza tiene lugar en ti... el trabajo se hace contigo... pero como esas memorias son compartidas... al limpiar en nosotros estamos limpiando en el Todo.
Es fundamental comprender que, cuando observamos algún problema en alguien, aquella persona es tan sólo un reflejo de una memoria guardada en nuestro subconsciente que se expresa a través de aquel problema en aquella persona.
El problema no es la persona, sino nuestros pensamientos sobre ella. Esas memorias, tengamos o no conciencia de ellas, son proyectadas todo el tiempo, creando nuestra realidad... haciéndonos repetir experiencias sucedidas en historias que nos dejan sin comprender el por qué, ni como salir de ellas...
Muchas veces, en esas situaciones que se repiten, tenemos la ilusión de que el problema está en el otro y que si él cambiase el sufrimiento se acabaría... e invertimos mucha energía en esa búsqueda de la modificación del "otro".
Otras veces, si el problema es del "otro" preferimos mantener una distancia confortable... desde donde podemos asistir, y continuar interfiriendo con nuestros pensamientos... nuestros enjuiciamientos y exacciones...
Solamente que el "otro"... somos nosotros mismos... y es nuestra responsabilidad limpiar todo lo que hemos creado a partir de nuestros pensamientos y creencias acumulados desde el comienzo de nuestra experiencia.
El Ho'oponopono... viene a traernos la posibilidad de asumir el 100% de la responsabilidad sobre todo aquello que nos incomoda... en personas... situaciones... lugares, y a partir de ahí nos da herramientas preciosas para que se limpien las memorias que hacen que esto nos incomode...
En verdad nuestro trabajo no es más que recibir lo que nos llega cada día... como un "regalo".
Cuando vuestra Alma experimente problemas de recordaciones, decidles mentalmente o silenciosamente: "Yo os amo, queridas memorias. Os agradezco la oportunidad de liberar todo de vosotras y de mí." "Yo te amo" puede ser repetido mentalmente una y otra vez. Las memorias nunca salen "de vacaciones", ni se jubilan, a menos que tú las jubiles. "Yo te amo", puede ser usado incluso si tú no eres consciente de los problemas.
Podemos hacer durante todo el tiempo ese proceso de desechar las memorias y restablecer la Identidad propia... y así abrir espacio para que nuestra realidad sea creada por la Inspiración Divina
Yo Soy lo que el creador es, luego Yo Soy el. Yo Soy el Amor Divino en cada ser.
Es fundamental comprender que, cuando observamos algún problema en alguien, aquella persona es tan sólo un reflejo de una memoria guardada en nuestro subconsciente que se expresa a través de aquel problema en aquella persona.
El problema no es la persona, sino nuestros pensamientos sobre ella. Esas memorias, tengamos o no conciencia de ellas, son proyectadas todo el tiempo, creando nuestra realidad... haciéndonos repetir experiencias sucedidas en historias que nos dejan sin comprender el por qué, ni como salir de ellas...
Muchas veces, en esas situaciones que se repiten, tenemos la ilusión de que el problema está en el otro y que si él cambiase el sufrimiento se acabaría... e invertimos mucha energía en esa búsqueda de la modificación del "otro".
Otras veces, si el problema es del "otro" preferimos mantener una distancia confortable... desde donde podemos asistir, y continuar interfiriendo con nuestros pensamientos... nuestros enjuiciamientos y exacciones...
Solamente que el "otro"... somos nosotros mismos... y es nuestra responsabilidad limpiar todo lo que hemos creado a partir de nuestros pensamientos y creencias acumulados desde el comienzo de nuestra experiencia.
El Ho'oponopono... viene a traernos la posibilidad de asumir el 100% de la responsabilidad sobre todo aquello que nos incomoda... en personas... situaciones... lugares, y a partir de ahí nos da herramientas preciosas para que se limpien las memorias que hacen que esto nos incomode...
En verdad nuestro trabajo no es más que recibir lo que nos llega cada día... como un "regalo".
Cuando vuestra Alma experimente problemas de recordaciones, decidles mentalmente o silenciosamente: "Yo os amo, queridas memorias. Os agradezco la oportunidad de liberar todo de vosotras y de mí." "Yo te amo" puede ser repetido mentalmente una y otra vez. Las memorias nunca salen "de vacaciones", ni se jubilan, a menos que tú las jubiles. "Yo te amo", puede ser usado incluso si tú no eres consciente de los problemas.
Podemos hacer durante todo el tiempo ese proceso de desechar las memorias y restablecer la Identidad propia... y así abrir espacio para que nuestra realidad sea creada por la Inspiración Divina
Yo Soy lo que el creador es, luego Yo Soy el. Yo Soy el Amor Divino en cada ser.
Recibido en el foro Buscadores de Luz