No es ninguna sorpresa. Los expertos sabían desde hacía tiempo que se trataba de una supernova, una explosión estelar descomunal. ¿Pero qué tipo de supernova?
Un nuevo estudio confirma que, tal como se suponía, era el tipo común que involucra la explosión termonuclear de una estrella enana blanca acompañada de un cuerpo celeste.
La investigación, que analizó un "eco luminoso" del lejano acontecimiento, es presentada en la edición del jueves de la revista Nature por un grupo de científicos en Alemania, Japón y Holanda.
El episodio de lo que se conoce como la supernova de Tycho comenzó el 11 de noviembre de 1572 cuando Brahe se sorprendió de ver lo que supuso era una nueva estrella brillante en la constelación Casiopea. La luz llegó a ser tan brillante como Venus y pudo verse durante dos semanas a plena luz del día. Pero a los 16 meses desapareció.
Observando el fenómeno antes de la invención del telescopio, Brahe documentó con precisión que, al contrario que la Luna y los planetas, la posición de la luz no se movía en relación con las estrellas. Eso significaba que estaba mucho más lejos que la Luna. Causó conmoción en una era en que se creía que los cielos eran perfectos e inmutables.
El hecho inspiró a Brahe a estudiar más las estrellas y comenzó una carrera de observaciones minuciosas que contribuyeron a fundar el comienzo de la astronomía moderna, dijo Michael Shank, profesor de historia de la ciencia en la Universidad de Wisconsin en Madison.
La luz directa de la supernova pasó por la Tierra hace siglos. Pero en parte hizo impacto en nubes de polvo en las profundidades del espacio. Ese "eco luminoso" puede observarse todavía y el estudio se basó en el análisis de la longitud de onda de esa luz.
Fuente: 2001.com.ve
Colaboradora Anabella Koesling