Mucho se ha dicho de Luna y su influjo sobre los seres que habitamos en este planeta. Algo de eso hay, por el efecto que ejerce sobre las mareas y el contrapeso que le hace a la fuerza gravitacional, pero nada que ver con nuestra vida, esa depende de nosotros, de nuestros pensamientos, palabras y acciones y de los diferentes caminos posibles que quedaron trazados cuando el Creador nos pensó.
Como es arriba es abajo, cada evento quedó escrito en el firmamento, por tanto todos los actos que llevamos a cabo tienen su descripción arriba, y dependiendo de su duración, podemos asociarlos al movimiento diario de Sol, a las fases lunares, al recorrido que hace el astro rey alrededor de la tierra, etc.
Luna, desde el punto de vista astrológico anuncia, y lo hace de diferentes formas, una de ellas con las fases. Para interpretar dichos avisos se puede hacer una correspondencia con la rueda astrológica, y su comprensión puede ser útil para sacarle provecho a los ciclos, dividiéndolos en grupos de casi veintiocho días, de novilunio en novilunio y dentro de estos, subgrupos de mas o menos ocho días cada uno, determinados por cada una de las fases.
Sabemos que Luna pasa por cuatro estadios principales: Nueva, Cuarto creciente, Llena y Cuarto menguante, cuales se identifican por la cantidad de luz que muestra la reina de la noche. Cada una de las fases marca el inicio de un ciclo, así como lo hacen los ángulos del Zodíaco, por lo que se corresponden una a una con Aries, Cáncer, Libra y Capricornio.
Es por eso que podemos relacionar lo descrito de Luna nueva a Luna llena, con la etapa de desarrollo y puesta en funcionamiento de cualquier evento y de Luna llena a Luna nueva con la de resultados y consolidación.
Aproximadamente dieciocho horas antes y dieciocho horas después de Luna nueva, salvo contadas excepciones, lo óptimo es reposar ya que el novilunio corresponde con el instante crucial entre la muerte y la vida; cuando un periodo llega a su fin para dar inicio a otro que se ha venido preparando; Sol opaca a Luna. Es noche oscura.
Pasado ese tiempo entramos en la primera mitad de la fase creciente, propicia para eso, para hacer crecer lo que habíamos estado planificando, son momentos Aries, Tauro y Géminis. Dos días de Fuego en los que se activa la chispa iniciadora, lo que se venía preparando está listo para despuntar, las plantitas que estaban saliendo de la semilla asoman sus hojitas, las flores abren el capullo y aparecen hermosas desplegando su fragancia. Se abre el telón y empieza la obra. Luego Tierra: se da curso a lo iniciado, lo sugerido es hacer caso a lo que tiene que ver con lo que nutre, ya sean ideas o bienes materiales, en esta etapa, perseverancia es la clave. Los días finales de la fase son de Aire: para llegar a acuerdos, arreglar documentos, comunicarse, tratar con los relacionados ya sean consanguíneos o vecinos, trasladarse o viajar. Yo soy, Yo tengo, Yo digo son las afirmaciones claves.
Al llegar a la fase del Cuarto creciente estaremos en el punto medio ascendente que nos indica que es el momento de “rematar”, terminar de hacer todo lo que debamos hacer para llevar nuestra acción al clímax que representa Luna llena. Este punto medio de la trayectoria se compone a su vez por tres elementos Agua, Fuego y Tierra, diciéndonos que en los primeros días toma importancia lo que hagamos en grupo, los cambios, las fluctuaciones, lo que nutre y lo que sentimos, días en los que puede prevalecer la emoción sobre la razón; mas o menos en la mitad, nuestros proyectos debieran estar como una fogata en plena combustión, chispeante y viva; cobra importancia el “Yo puedo” y los asuntos relacionados con inversiones, afectos, hijos, el placer y lo que tiene que ver con enseñar y aprender. Ya para el final la tendencia será hacia el logro de lo material, habrá que poner atención a las ocupaciones cotidianas, al trabajo, a la posibilidad de hacerlo en equipo, a la salud y al requerimiento de ayudar a los demás con nuestras acciones. Serán días para dar los toques finales, para que en la próxima fase podamos prepararnos para la cosecha. Un periodo Yo siento, Yo puedo, Yo hago. Para ser como cangrejos que se transforman en leones y terminan actuando como hormigas.
En Luna Llena es tiempo de preparar la cosecha, disponer la situación para recibir los resultados, corregir, equilibrar, relacionarse con los demás, buscar la armonía, solucionar conflictos, balancear las cargas, para luego estudiar que hay que transformar, hacer un análisis profundo de la situación de forma tal de determinar que hay que llevar hasta el fondo, que hay que terminar y que debe continuar. Días de revisar las reservas, estudiar si hay que pedir prestado y fortalecer lo realizado hasta ahora teniendo cuidado de actuar con la razón controlando las emociones. Ya lo hecho se parece a una hoguera que está lista para dar calor, no tiene fuego vivo, solo rescoldos. Brillante y silenciosa cumple su misión, es libre y está en pleno funcionamiento. Son etapas Libra, Escorpio y Sagitario, el Aire, el Agua y el Fuego se conjugan para tener todo listo para la última etapa.
Con el Cuarto menguante empieza el final. Podremos cosechar según hemos sembrado. Yo logro, Yo comparto, Yo termino. Hemos llegado a la cima, los resultados del periodo deben ser evidentes, es hora de meditar sobre lo logrado, recoger los honores y barrer los fracasos levantándonos con la cabeza erguida. En esta fase podremos evaluar la conveniencia de pedir favores, lo que tiene que ver con imagen, compartir con los amigos la alegría del logro o el gusto amargo de lo no alcanzado. Si algo imprevisto tuviere que pasar es posible que ocurra con mayor probabilidad ahora, pero en el opuesto la creatividad nace dentro de nosotros, hay que volver a empezar, el ciclo está llegando a su fin, descansemos el cuerpo mientras la mente se prepara para iniciar el nuevo ciclo con nuevas ideas y proyectos. Tierra, Aire y Agua. Recibido lo material en Capricornio, lo compartimos en la fraternidad de Acuario que nos recuerda que somos creativos por lo que, llegado el final que anuncia Piscis, sabemos que en el Universo algo se está preparando, si lo agarramos en nuestro, estará listo para la próxima Luna nueva.
Es importante recordar que los anuncios astrológicos funcionan como círculos concéntricos, solo el horóscopo puntual de cada instante da el detalle de la conveniencia o no de un suceso, pero, si aprovechamos los diferentes momentos propicios y actuamos bajo sus anuncios, la probabilidad de éxito será mayor y el impacto de los augurios negativos menor.
Namaste
susana colucci
Soy @horoscopia en Twitter te invito a seguirme
Como es arriba es abajo, cada evento quedó escrito en el firmamento, por tanto todos los actos que llevamos a cabo tienen su descripción arriba, y dependiendo de su duración, podemos asociarlos al movimiento diario de Sol, a las fases lunares, al recorrido que hace el astro rey alrededor de la tierra, etc.
Luna, desde el punto de vista astrológico anuncia, y lo hace de diferentes formas, una de ellas con las fases. Para interpretar dichos avisos se puede hacer una correspondencia con la rueda astrológica, y su comprensión puede ser útil para sacarle provecho a los ciclos, dividiéndolos en grupos de casi veintiocho días, de novilunio en novilunio y dentro de estos, subgrupos de mas o menos ocho días cada uno, determinados por cada una de las fases.
Sabemos que Luna pasa por cuatro estadios principales: Nueva, Cuarto creciente, Llena y Cuarto menguante, cuales se identifican por la cantidad de luz que muestra la reina de la noche. Cada una de las fases marca el inicio de un ciclo, así como lo hacen los ángulos del Zodíaco, por lo que se corresponden una a una con Aries, Cáncer, Libra y Capricornio.
Es por eso que podemos relacionar lo descrito de Luna nueva a Luna llena, con la etapa de desarrollo y puesta en funcionamiento de cualquier evento y de Luna llena a Luna nueva con la de resultados y consolidación.
Aproximadamente dieciocho horas antes y dieciocho horas después de Luna nueva, salvo contadas excepciones, lo óptimo es reposar ya que el novilunio corresponde con el instante crucial entre la muerte y la vida; cuando un periodo llega a su fin para dar inicio a otro que se ha venido preparando; Sol opaca a Luna. Es noche oscura.
Pasado ese tiempo entramos en la primera mitad de la fase creciente, propicia para eso, para hacer crecer lo que habíamos estado planificando, son momentos Aries, Tauro y Géminis. Dos días de Fuego en los que se activa la chispa iniciadora, lo que se venía preparando está listo para despuntar, las plantitas que estaban saliendo de la semilla asoman sus hojitas, las flores abren el capullo y aparecen hermosas desplegando su fragancia. Se abre el telón y empieza la obra. Luego Tierra: se da curso a lo iniciado, lo sugerido es hacer caso a lo que tiene que ver con lo que nutre, ya sean ideas o bienes materiales, en esta etapa, perseverancia es la clave. Los días finales de la fase son de Aire: para llegar a acuerdos, arreglar documentos, comunicarse, tratar con los relacionados ya sean consanguíneos o vecinos, trasladarse o viajar. Yo soy, Yo tengo, Yo digo son las afirmaciones claves.
Al llegar a la fase del Cuarto creciente estaremos en el punto medio ascendente que nos indica que es el momento de “rematar”, terminar de hacer todo lo que debamos hacer para llevar nuestra acción al clímax que representa Luna llena. Este punto medio de la trayectoria se compone a su vez por tres elementos Agua, Fuego y Tierra, diciéndonos que en los primeros días toma importancia lo que hagamos en grupo, los cambios, las fluctuaciones, lo que nutre y lo que sentimos, días en los que puede prevalecer la emoción sobre la razón; mas o menos en la mitad, nuestros proyectos debieran estar como una fogata en plena combustión, chispeante y viva; cobra importancia el “Yo puedo” y los asuntos relacionados con inversiones, afectos, hijos, el placer y lo que tiene que ver con enseñar y aprender. Ya para el final la tendencia será hacia el logro de lo material, habrá que poner atención a las ocupaciones cotidianas, al trabajo, a la posibilidad de hacerlo en equipo, a la salud y al requerimiento de ayudar a los demás con nuestras acciones. Serán días para dar los toques finales, para que en la próxima fase podamos prepararnos para la cosecha. Un periodo Yo siento, Yo puedo, Yo hago. Para ser como cangrejos que se transforman en leones y terminan actuando como hormigas.
En Luna Llena es tiempo de preparar la cosecha, disponer la situación para recibir los resultados, corregir, equilibrar, relacionarse con los demás, buscar la armonía, solucionar conflictos, balancear las cargas, para luego estudiar que hay que transformar, hacer un análisis profundo de la situación de forma tal de determinar que hay que llevar hasta el fondo, que hay que terminar y que debe continuar. Días de revisar las reservas, estudiar si hay que pedir prestado y fortalecer lo realizado hasta ahora teniendo cuidado de actuar con la razón controlando las emociones. Ya lo hecho se parece a una hoguera que está lista para dar calor, no tiene fuego vivo, solo rescoldos. Brillante y silenciosa cumple su misión, es libre y está en pleno funcionamiento. Son etapas Libra, Escorpio y Sagitario, el Aire, el Agua y el Fuego se conjugan para tener todo listo para la última etapa.
Con el Cuarto menguante empieza el final. Podremos cosechar según hemos sembrado. Yo logro, Yo comparto, Yo termino. Hemos llegado a la cima, los resultados del periodo deben ser evidentes, es hora de meditar sobre lo logrado, recoger los honores y barrer los fracasos levantándonos con la cabeza erguida. En esta fase podremos evaluar la conveniencia de pedir favores, lo que tiene que ver con imagen, compartir con los amigos la alegría del logro o el gusto amargo de lo no alcanzado. Si algo imprevisto tuviere que pasar es posible que ocurra con mayor probabilidad ahora, pero en el opuesto la creatividad nace dentro de nosotros, hay que volver a empezar, el ciclo está llegando a su fin, descansemos el cuerpo mientras la mente se prepara para iniciar el nuevo ciclo con nuevas ideas y proyectos. Tierra, Aire y Agua. Recibido lo material en Capricornio, lo compartimos en la fraternidad de Acuario que nos recuerda que somos creativos por lo que, llegado el final que anuncia Piscis, sabemos que en el Universo algo se está preparando, si lo agarramos en nuestro, estará listo para la próxima Luna nueva.
Es importante recordar que los anuncios astrológicos funcionan como círculos concéntricos, solo el horóscopo puntual de cada instante da el detalle de la conveniencia o no de un suceso, pero, si aprovechamos los diferentes momentos propicios y actuamos bajo sus anuncios, la probabilidad de éxito será mayor y el impacto de los augurios negativos menor.
Namaste
susana colucci
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