
detallito en el texto que explica de donde salió la regla de cortesía que indica que no se debe apuntar a la gente con el dedo índice.
Mi Paz te doy
susana colucci
Clara dejó los palillos y empezó a curvar los dedos, como si estuviera dibujando sombras sobre el mantel. En cualquier momento esperaba verla crear a un conejo o una tortuga.
-¿Qué estás haciendo? -pregunté, rompiendo el silencio.
-Es una forma de comunicación -explicó-, aunque no con la gente sino con la fuerza que llamamos intento.

Estiró los dedos meñiques e índice para arriba y formó un círculo tocando con el pulgar las puntas de los otros dos dedos. Me indicó que era una señal para captar la atención de esa fuerza y permitirle penetrar en el cuerpo a través de las líneas de energía que terminan o se originan en las puntas de
los dedos.
-La energía se trasmite por el índice y el meñique si están extendidos como antenas -explicó, mostrándome otra vez la posición de la mano‑. Luego la energía es atrapada y sostenida en el círculo hecho con los otros tres dedos.
Afirmó que con esa posición específica de la mano podemos atraer suficiente
energía al cuerpo para curarlo o fortalecerlo, o para modificar nuestros
estados de ánimo y hábitos.