
Cuando en el día de hoy me asomo a la vida, observo y recuerdo, y lo único que me queda es honrar todo, absolutamente todo lo sucedido, cada vez que siento a mi energía femenina, te estoy honrando, estoy reconociendo esa parte maravillosa y cocreadora que hay en mí, esa parte tierna, sensible, intuitiva y amorosa, esa que puede pasar una noche en vela cuidando a su ser amado, y también reafirma mi lado masculino, esa fuerza de avanzar, de proveer, de abrir caminos, de proteger y generar la fuerza necesaria para los cambios.
Siento que mis dos géneros se integran, se equilibran en una danza armoniosa, a veces suave, a veces impetuosa, a veces ying, a veces yang, en este eterno baile nos movemos hacia delante, reconociendo de dónde venimos, aceptando todo como es, honrando a esos seres que amamos y que antes que nosotros nos abrieron paso, y tomándolo todo, todo, todo tal como es.
Ya no soy el hijo de mama y tu tampoco eres la hija de papa, ya no necesitamos competir, simplemente acompañarnos en este caminar es la tarea, crear y limpiar el camino para quienes vienen luego, a medida que yo soy hombre, en esa medida tu eres mujer, y el baile del tao se inicia, agradeciendo y amando lo que es, siento que mis ancestros ríen y dicen así es, vas bien, es tu camino, recórrelo, nosotros te damos la bendición! Y yo lo sé, al pedirles la bendición si lo hago diferente, siento ese empuje, esa energía que me dice te amo, que como un gran cohete me lleva hacia delante, hacia el único camino posible, mi propia vida.
Agradezco a todas las mujeres que de alguna forma u otra estuvieron, están y estarán en mi vida, agradezco su historia compartiéndola con la mía, agradezco todo y lo tomo todo, si eres madre lo sabrás, si eres niña lo intentaras, si eres mujer lo disfrutaras… Feliz día de la Diosa-Madre.
Maverick Torres
Maestro Reiki