La presencia del asteroide, llamado 2011 MD, fue detectada el pasado miércoles por telescopios robóticos instalados en Nuevo México (EE.UU.), dedicados a rastrear el cielo en busca de objetos cercanos a la Tierra (llamados NEOs, por sus siglas en inglés). el nuevo visitante podrá ser visto desde algunos puntos del hemisferio sur de la Tierra con la ayuda de un telescopio pequeño. Su máxima aproximación se llevará a cabo a las 13.26 UTC (dos horas más en España cuatro horas y media menos en Venezuela) sobre el sur del Océano Atlántico, cerca de la costa de la Antártida.
La roca no supone ningún peligro. Aunque la gravedad de la Tierra alterará drásticamente su trayectoria y la roca se acercará a la zona que ocupan los satélites de comunicaciones, según publica SpaceWeather, la posibilidad de un choque con uno de estos artefactos o con basura espacial es mínima. De igual forma, debido a su tamaño, el asteroide «se convertiría en una brillante bola de fuego y posiblemente dispersaría algunos meteoritos» si llegara a entrar en la atmósfera terrestre.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA realiza un seguimiento de la órbita del asteroide que puede seguirse en su web. Allí también pueden encontrarse los parámetros físicos de la roca. Según el JPL, un objeto del tamaño del 2011 MD se acerca a la Tierra una vez cada seis años.
Fueten: ABC.es
Colaboradora: Elizabeth Genesca