A continuación, encontrarás un ritual para aprovechar las energías de la Navidad y preparar un talimán de protección de tu casa y personal.
Encuentra para el 24 un tronco de pino, sándalo o cualquier otra madera que al quemarse emane una fragancia agradable, también un ramillete de eucaliptos o un puñado de clavitos de olor y ponlos a secar al sol, hasta el día de nochebuena.
Escoge un plato o bandeja que resista el calor y que puedas decorar a tu gusto. en el que presentarás el tronco con las hojas secas de eucaliptos o los clavitos de olor y, que puedas poner en algún lugar cercano a la mesa de la cena navideña.
La idea es encender el tronco temprano para que a la hora de la cena sea un tizón que se mantenga encendido hasta la mañana de Navidad (o hasta el que se consuma completamente) y luego recoger las cenizas, colocarlas en un recipiente adecuado y pondrás en un lugar visible, para que, cada vez que lo veas, repitas tres veces para ti: “Se que soy cuidado, estoy a salvo”.
Tendrás un talismán de protección en casa para todo el año.
Susana Colucci