Comenzar el año los primero de enero fue una decisión militar. Y hacerlo a las 0:00 de la madrugada en el mes de Capricornio hace, por una cuestión de geometría espacial, que para muchos las energías que nos rodean para el año se turnen entre Virgo, Libra y Escorpio dependiendo de la localización geográfica y la perspectiva con el firmamento astrológico.
Los anuncios dependerán de la posición de los planetas en la carta natal del año y de lo positivo o negativo que se vean Mercurio, Venus, Marte o Plutón.
En esta oportunidad, desde Chile hasta Canadá será Libra quien lo describa. En el caso de España Virgo y para Italia, Luxemburgo, Portugal, Alemania y Holanda: Libra.
Para todos (Chile y España con menos intensidad) destacarán las cuarentenas, lo que sucede en casa, el patriotismo, la oposición al gobierno en funciones, los desastres naturales, las situaciones que se repiten, los que viven del fruto de la tierra, el parque automotor y los instrumentos que se usan para las comunicaciones.
Para Chile y España y con menos intensidad para el resto de los países antes nombrados, las actividades deportivas, los papeles de la nación, las tristezas y alegrías, lo que sucede en la Asamblea Nacional o el Congreso, lo que tiene que ver con la belleza, el arte, la farándula, los sitios de esparcimientos, la educación primaria y los proyectos.
El descriptor principal del año para todos menos para España es Venus en Sagitario (serán importante el amor a la libertad, los viajes, lo que crece, lo natural), que se ve, astrológicamente hablando, “peregrino”, eso quieres decir que su estado depende de otros, que corresponde a Júpiter el cual también está peregrino. De ahí concluimos que el año no será “ni fu ni fa”, lo que no quiere decir que no vayan a ocurrir situaciones impactantes, solo que no va a ser como el 2020.
Es importante en este punto, decir que Libra es el signo zodiacal representado por el colibrí, lo que nos puede dar una idea de cómo será, y el de Virgo la hormiguita… eso para España.
Continuará…
Susana colucci
