Este jueves 11/02/2021 con Luna nueva de Acuario se acabó el año de la Rata! al fin. Ahora si podemos decir que sobrevivimos a uno de los peores años de la historia, al menos de la nuestra.
Lo anterior no quiere decir que todo lo que está sucediendo va a desaparecer por arte de magia, ni la pandemia, pero sí que empezará a perder fuerza paulatinamente y será sustituido por lo anunciado por el Buey, que no es de mis animales preferidos porque, aunque es de utilidad, ha sido esclavizado por el hombre para llevar la carga más pesada, pero mejor que la Rata es.
A mi me encanta trabajar, no solo porque encontré lo que me gusta hacer, me da dinero y estabilidad, sino porque me ayuda a estar activa y a querer mejorar cada día.
Este 11 de febrero (el 12 en algunos lugares del Mundo) con la Luna Nueva de Acuario, comenzamos el año del Buey de metal (oro) Yin que será un año en el que se nos ofrecerá la oportunidad de recuperar el sentido común y ver el trabajo como la fuente de prosperidad.
La inclinación será a las labores que requieren de tracción o fuerza, a la agricultura, piscicultura y ganadería, la industria de las harinas, las actividades que son repetitivas o cíclicas, las que explotan el fruto de la tierra y el transporte. La tierra y el agua.
La tendencia será a darle importancia a las prácticas en las que la mente controla al cuerpo, como el Tai Chi, el Yoga, etc. Serán más lo que se interesen por ser impecables y por alcanzar la iluminación. Y se reactivarán los movimientos que promueven la abstinencia sexual como una fortaleza.
Las condiciones harán que comprendamos lo importante de darle el uso correcto a todo lo que tenemos a mano sin desperdiciar nada, del buey se usa hasta el estiércol. También de la Historia, los ancianos y los objetos antiguos.
Con alta probabilidad de tener que cambiar los planes en la marcha porque ocurren eventos que nos inducen a eso, deberemos estar preparados para improvisar y aceptar vías alternas para hacer lo que queremos o debemos hacer.
Destacarán los sismos, los accidentes especialmente aéreos, los comportamientos extraños o diferentes de los seres y de la naturaleza.
Convendrá poner atención a lo que no queremos que se extravíe. Y a lo que expresamos, se corre el riesgo de decir lo que no es (más aún cuando el año comienza con Mercurio retro).
Aumentarán los controles varios, especialmente los de natalidad. También la necesidad de dirigentes y guías.
Habrá momentos en que nos parecerá que los sucesos se dan con extraordinaria lentitud o que las personas son demasiado prolijas al hacer sus tareas, todo paso a paso… de Buey.
Podremos hacer lo que no hicimos en el 2020 y enfocarnos en nuestras metas sin caer en distracciones.
Los que tengan más práctica en hacer sus labores serán reconocidos. Se le dará valor al mérito, a los compromisos aun cuando se hagan solo de palabra, a la honradez, a respetar las costumbres de cada país cuando se va de visita o como migrante.
Comienza con predominancia del signo zodiacal Acuario, un año un poco loco, tecnológico, eléctrico, en el que la amistad, lo electrónico, lo sorpresivo, los cambios, la rebeldía, la creatividad, la libertad y el ser humano estarán presentes en gran parte de los eventos que terminarán caracterizándolo.
Un año diferente de preparación para el futuro en el que, si así lo decidimos, araremos en nosotros mismos para poder recibir las semillas de la sabiduría.
susana colucci